En unos meses se estrenará en todo el mundo The Artist, un filme de Michel Hazanavicious que triunfó en la pasada edición de Cannes. The Artist relata la historia de un célebre actor de cine mudo que se ve desplazado con la llegada del sonido. Algo que no le ocurrió a nuestro protagonista de hoy, todo un hombre orquesta que sentó las bases del cine actual y dejó décadas de obras maravillosas. Hablamos de Charles Chaplin, director, guionista, compositor y, sobre todo, uno de los grandes intérpretes de todos los tiempos. Un “Leonardo” del primer lustro del siglo XX que supo adaptarse a los tiempos dejando como legado una filmografía brillante. Una de sus últimas creaciones, Candilejas (Limelight, 1952), es la demostración de las facultades de este virtuoso que asombró con cintas cómo El Chico (1921), Luces en la Ciudad (1931) o El Gran Dictador (1940). En su antepenúltimo filme, desde la dirección hasta la música, pasando por el guión y la edición tienen como autor al cineasta londinense.Candilejas, debido a la censura de su anterior filme (Monsier Verdoux, 1947), pasó desapercibida en su estreno. Pese a ello, siempre ha sido considerada una de las grandes películas de Chaplin. Un Chaplin en la recta final de su carrera que conmueve con melodrama ambientado en bambalinas. Un homenaje al teatro y la danza dibujado de manera elegante, sutil y apasionado. Todo sin separarse del tono autobiográfico y melancólico de sus últimos largometrajes. Junto a Chaplin, otro maestro del cine mudo, Buster Keaton, que completa un elenco conformado por Claire Bloom, Nigel Bruce y Sidney Chaplin, el tercer hijo del creador del mítico Charlot.
Uno de los elementos más destacados del filme es su banda sonora compuesta por el propio Chaplin. Ganadora del Óscar en 1972, debido a su tardío estreno al otro lado del Atlántico, la música de Candilejas es una de las grandes partituras de la historia del cine. Todo un ejemplo del enorme talento de este mago atemporal. A continuación, el corte más representativo de Candilejas.
