Sundance ya no es el único y solitario vano que nos abre camino hacia las anónimas joyas del cine independiente americano. Muchos festivales de bajo perfil se están ganando un hueco en el circuito cinematográfico gracias a la promoción de inmejorables mecenas y a completos programas que descubren obras que serán protagonistas durante la temporada. Este es el caso del Festival de Tribeca que cumple su décima edición.Amparado por Robert DeNiro este joven evento afincado en Manhattan es un excelente trampolín para el cine global y que además sirve de presentación a esperadas producciones americanas. Es el caso de Detachment, cinta sobre el sistema educativo americano que ha entusiasmado a la crítica. Protagonizada por Adrien Brody, pudiera ser uno de los “sleepers” del curso.
Buenas impresiones que también ha dejado Everything Must Go. El nuevo filme de Will Ferrell se ha ganado el corazón de los espectadores de Tribeca con este relato de un vendedor en horas bajas. The Good Doctor (con un alabado Orlando Bloom); Last Night (con Keira Knighley); Detective Dee (Tsui Hark); y el fenómeno viral Trollhunter (del que pronto os hablaremos), han sido otras cintas relevantes presentadas fuera de concurso.
En la sección oficial, She Monkeys fue la triunfadora. Filme sueco dirigido por Lisa Aschan que ya había llamado la atención en el pasado Festival de Berlín. Carice Van Houten (Black Butterflies) y Ramdham Bizimana (Grey Matter) obtuvieron los premios en las categorías interpretativas (PALMARÉS). Producciones interesantes y sugerentes que pudieran tener un hueco en la competitiva etapa otoñal. Punto y final a un cada vez más importante Festival de Tribeca, convertido, ya, en una cita clave en la primavera cinéfila americana.
