La fecha de hoy estaba marcada en el calendario. Una espera de tres años para conocer la nueva obra de un enigmático realizador llamado Terrence Malick. Sesenta y siete años y cuatro filmes llenos de magia, lírica y sentimientos. Ese es el bagaje de este director tejano, un artista detallista y místico que envuelve todas sus creaciones en un halo etéreo y especial. Malas Tierras (Badlands, 1973); Días del Cielo (Days of Heaven, 1978); La Delgada Línea Roja (The Thin Red Line, 1998); y, El Nuevo Mundo (The New World, 2005), conforman esta escueta filmografía que lo han situado como objeto de culto por el mundo de la cinefilia.
Su penúltimo trabajo, El Nuevo Mundo nos mostró un Malick más cercano al arte que a la narración, una preciosa elegía que, sin embargo, no caló como sus filmes anteriores. Con este bello sabor de boca, se embarcó en un proyecto personal, una producción universal sobre la existencia y la vivencia llamada The Tree of Life. Una experiencia más allá del cine que hoy día 16 de mayo ha visto la luz en el festival de Cannes.
Era el plato más anhelado del festival y su recepción, como era de esperar, ha dividido a los sectores de la prensa especializada. Además, en la sección oficial ha llegado L’Apollonide (Souvenirs de la Maison Close) de Bertrand Bonello. En la sección “Una Cierta Mirada”, Hors Satan de Bruno Dumont y Et Maintenant on va oú? de Nadine Labaki. Fuera de concurso, Mi Pequeña Princesa (The Little Princess) de Eva Ionesco. Un lunes marcado por el terremoto Malick que no ha dejado indiferente a nadie. Comenzamos el repaso a la sesión que traza el ecuador del certamen.
THE TREE OF LIFE (Terrence Malick, USA, 2009): El Árbol de la Vida llegó a Cannes sin su director pero si encabezado por Brad Pitt. Esta magna visión sobre la infancia y las diferentes etapas vitales aunó aplausos y silbidos en sus proyecciones. Los calificativos de obra maestra, poesía en movimiento, metafísica visionaria se unieron a los de frío docudrama, cinta vacía e insustancial. Malick ofrece una creación de una valía técnica inmejorable y una trama cuyo envoltorio se acerca más a su última película, El Nuevo Mundo, que al resto de su filmografía. La crítica no ha destacado a su reparto, tan sólo el desparpajo de Hunter McCracken cómo la caracterización infantil del personaje de Sean Penn. Malick cedió el protagonismo mediático en la Croissette pero su esencia tuvo un inmejorable estandarte con The Tree Of Life. Parafraseando (y versionando) a uno de los críticos españoles, “Malick es un hombre que ama su trabajo, construye casas que adora sin que le importe la inmobiliaria que la venda”.
"Terrence Malick describe la infancia como yo nunca he visto. Sensaciones muy raras pero muy poderosas. Una obra de arte. Una película única". (Carlos Boyero: Diario El País).
"Una película única. Una bella creación que reflexiona sobre lo imponderable, hace preguntas que la religión y los hombres se han planteado desde hace milenios, y que provoca una expansiva reflexión filosófica junto a una intensa introspección personal." (Todd McCarthy: Variety).
"Se deshace el poético azucarillo de Terrence Malick. Una monumental obra cuya mitad, más o menos, son visiones espaciales, aéreas. Momentos de sublime sensibilidad y de máxima belleza". (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC).
L’APOLLONIDE (Bertrand Bonello, Francia, 2010): este retrato sobre un burdel parisino dirigido por Bertrand Bonello, sin embargo, ha unido a la crítica pero de manera negativa. Pese a su buena ambientación de comienzos de siglo XX, la crítica la ha tachado de superficial, aburrida y decepcionante. Quinta película de Bonello, en una filmografía donde las obsesiones y el sexo marcan la pauta.
“La sensual e intrigante cinta de Bonello toma una fatal giro que la aleja de un mejor resultado”. (Stephanie Zacharek: Movieline).
------“UNA CIERTA MIRADA” (A CERTAIN REGARD)------
HORS SATAN (Bruno Dumont, Francia, 2011): este drama infantil situado a las orillas del Canal de la Mancha no ha gustado ni a la prensa ni al público. Juzgado cómo pretencioso y molesto, este cuento sobre el bien y el mal ha dejado muy frío al respetable.
“Hors Satán", una de las películas más ridículas que he visto”. (Oti Marchante: Diario ABC).
ET MAINTENANT ON VA OÙ? (Nadie Labaki, Líbano, 2011): con Caramel (2007) la libanesa Nadine Labaki sorprendió al público hace tres años. Ahora presenta en Cannes, su segunda obra. Vuelve a su tierra natal en una original narración sobre la lucha de mujeres de diferentes religiones que intentan defender sus familias de la batalla ideológica y armada que decora sus vidas. En Maintenant on va Oú? ha gustado en Cannes destacando el vigor de las protagonistas llenas de carisma y elocuencia.
-----FUERA DE COMPETICIÓN-----
MY LITTLE PRINCESS (Eva Ionesco, Francia, 2011): Isabel Huppert retorna a la riviera francesa y lo hace con un drama ambientado en los años setenta donde una modelo por accidente cobra gran importancia en el panorama cultural de la época. Presentada en el apartado “Cincuenta años de la Semana de la Crítica”, Ionesco y su cinta han dejado frío al público y la prensa acreditada. Buen diseño artístico pero un guión poco matizado lleno de estereotipos lastran la ópera prima de esta prometedora realizadora parisina.
Una jornada de lunes exhausta, marcada por el estreno mundial de The Tree of Life. La cinta de Malick que llegará a las pantallas americanas el 27 de Mayo de manera limitada. Mañana en la sección oficial, otro filme muy esperado, Le Havre de Aki Kaurismaki. Le acompaña en la sección oficial, Pater de Alain Cavalier. En “Una Cierta Mirada” llegarán Skoonheid y Tatsumi. Fuera de concurso, la nueva interpretación de Mel Gibson con El Castor (The Beaver). El gran director y actor australiano vuelve con mucha fuerza en un papel alabado por la crítica americana. Mañana por la noche en El Antepenúltimo Mohicano una nueva crónica del festival de Cannes 2011.