Uno de los clásicos intemporales del cine romántico. Vacaciones en Roma (Roman Holiday, 1953), es por derecho propio una de las grandes cintas de la historia del séptimo arte. William Wyler nos narró un cuento de hadas lleno de encanto y secuencias inolvidables. Escenas con dos de los mejores actores que el celuloide perpetuó. Gregory Peck, todo un caballero, dentro y fuera de los estudios y Audrey Hepburn, que enamora en cada plano, en cada secuencia y en todos sus filmes. Una historia maravillosa que tiene un inmejorable escenario con “la ciudad eterna”. Todo un éxito de taquilla en su época y que con el paso de los años no ha perdido un ápice de su magia. Diez nominaciones al Óscar de las que obtuvo tres: actriz principal (Hepburn); guión original (Ian McLellan Hunter y John Dighton); y, vestuario.
Con Vacaciones en Roma (1953). William Wyler (de origen francés) se consolidó en la cúspide del cine norteamericano y sumó otro triunfo a su fructífera filmografía. Una carrera que comenzó en 1929 con Santos del Infierno (Hell’s Heroes) y que tuvo sus hitos con: Cumbres Borrascosas (Wuthering Heights, 1939), El Forastero (The Westerner, 1940), La Heredera (The Heiress, 1949), Horizontes de Grandeza (The Big Country, 1958) y Ben-Hur (1959). Vacaciones en Roma es uno de los iconos de la época dorada en el cine americano donde el star-system, el glamour y el talento eran un maravilloso reclamo para un público que soñaba que las historias de los filmes se hicieran realidad. Con un epílogo inolvidable, como el resto del metraje, la cinta de William Wyler es otra soberana muestra de por qué amamos el cine.
Al igual que el film, la cartelería de Vacaciones en Roma, es realmente brillante y original. Con el estilo de la época y de los países de estreno resulta complicado elegir los más destacados. A continuación, una muestras de los diseños más insólitos.
Gregory Peck, sorprendentemente, no fue nominado al Óscar por Vacaciones en Roma. Algo que si consiguió con Las Llaves del Reino (1944), El Despertar (1946), La Barrera Invisible (1947), Henry King (1949). Consiguió la estatuilla dorada con Matar un Ruiseñor (1962) y por su labor humanitaria en 1967. Uno de los grandes mitos del celuloide de inmenso talento y gran corazón. Póster estilo polaco.
Con Vacaciones en Roma (1953). William Wyler (de origen francés) se consolidó en la cúspide del cine norteamericano y sumó otro triunfo a su fructífera filmografía. Una carrera que comenzó en 1929 con Santos del Infierno (Hell’s Heroes) y que tuvo sus hitos con: Cumbres Borrascosas (Wuthering Heights, 1939), El Forastero (The Westerner, 1940), La Heredera (The Heiress, 1949), Horizontes de Grandeza (The Big Country, 1958) y Ben-Hur (1959). Vacaciones en Roma es uno de los iconos de la época dorada en el cine americano donde el star-system, el glamour y el talento eran un maravilloso reclamo para un público que soñaba que las historias de los filmes se hicieran realidad. Con un epílogo inolvidable, como el resto del metraje, la cinta de William Wyler es otra soberana muestra de por qué amamos el cine.
Al igual que el film, la cartelería de Vacaciones en Roma, es realmente brillante y original. Con el estilo de la época y de los países de estreno resulta complicado elegir los más destacados. A continuación, una muestras de los diseños más insólitos.
Gregory Peck, sorprendentemente, no fue nominado al Óscar por Vacaciones en Roma. Algo que si consiguió con Las Llaves del Reino (1944), El Despertar (1946), La Barrera Invisible (1947), Henry King (1949). Consiguió la estatuilla dorada con Matar un Ruiseñor (1962) y por su labor humanitaria en 1967. Uno de los grandes mitos del celuloide de inmenso talento y gran corazón. Póster estilo polaco.
Su compañera de reparto y protagonista, Audrey Hepburn, además de en Vacaciones en Roma, también obtuvo el Óscar por su labor humanitaria. Además, fue nominada por Sabrina (1959), Historia de una Monja (1959), Desayuno con Diamantes (1961) y Sola en la Oscuridad (1967). De los rostros más bellos que aparecieron por la gran pantalla.
Vacaciones en Roma, supuso el primer papel protagonista para Hepburn en una filmografía llena de éxitos. Su esencia todavía es un referente en la sociedad actual. Póster estilo belga.
En la escena de “La Boca de la Verdad”, Peck le gasto una broma a Hepburn. William Wyler, encantado, incluyó la grabación dentro del metraje final del filme. Póster estilo nipón.
Cary Grant fue la primera elección del estudio pero rechazó el papel. Gregory Peck bromeó durante años sobre si todos los papeles que obtuvo fueron ofrecidos inicialmente a Grant.
-"No sé cómo despedirme, no encuentro palabras".
-"No son necesarias."