ÚLTIMA LLAMADA"Tenso y claustrofóbico thriller al servicio de un excelente Ryan Reynolds que confirma a Rodrigo Cortés como un realizador de enorme futuro gracias a este notable ejercicio de suspense."
Desde el comienzo de año una película española ha sonado en el panorama internacional tras su exitoso estreno en Sundance. Buried (Enterrado) la segunda película de Rodrigo Cortés se ganó al público y crítica americana lo que le valió (desmedida) publicidad en el viejo continente. Cortés ya apuntó maneras en la irregular El Concursante (2007) pero fue con su primera creación 15 Días (2000) donde se pudo apreciar a un realizador que puede aportar divergencia al cine español. Un falso documental sobre el consumo que se llevó grandes elogios y numerosos premios. Con Buried, Cortés se ha ganado una posición ventajosa para el futuro y prueba de ello es su próxima producción, Red Lights, thriller metafísico con Sigourney Weaver y Robert DeNiro en 2011. Después de tanto bombo y platillo con Enterrado la pregunta que precede a su proyección es ¿merece todos esos elogios Buried?
La respuesta es positiva porque Buried es una cinta de calidad que mantiene la tensión en todo momento y transmite al espectador el sufrimiento del protagonista. Ahora bien, cómo muchos casos anteriores de producciones españolas con previo recorrido internacional, la información llega sesgada según el medio informativo que lo emita. Existe cierta exageración que genera expectativas inusitadas que a posteriori no son colmadas. Cierto que Enterrado se presentó en Sundance y fue una película bien valorada pero siempre en un segundo plano (Animal Kingdom, Winter´s Bone, Restrepo y Blue Valentine fueron las triunfadoras). Después su recorrido comercial ha sido breve cómo película de corte independiente con bajas medias de espectadores por sala. Buried es una propuesta muy atractiva pero con una percusión amplificada.
Un recibimiento que no hubiera tenido sin su protagonista, Ryan Reynolds. Primero porque el actor canadiense tiene un gran cartel al otro lado del Atlántico. Segundo porque su actuación es excelente que lo confirma como uno de los intérpretes más interesantes del momento. Reynolds actor-personaje es la clave del buen funcionamiento del film de Rodrigo Cortés. Buried comienza con un duro despertar de un transportista en un ataúd bajo suelo iraquí. Paul Conroy deberá luchar por su vida
con una linterna, una navaja y un móvil de escasa cobertura. Esta angosta situación había sido reflejada por el mundo del cine en numerosas ocasiones, siendo la última y más relevante el film de Joel Schumacher que da título a esta crítica, Última Llamada (2002). Este subgénero del thriller-terror siempre ha gozado del gusto del espectador generadora de una tensión extrapolada al público.No sólo en la cartelería de Buried está presente el mago del suspense Sir Alfred Hitchcock. Desde el comienzo Cortés deja claro quien es su referente y su admiración por el maestro británico. Los créditos iniciales y la música, con un guiño a Bernard Herrmann, son la antesala a una idea que seguro que tuvo en mente Hitchcock en su carrera. Las fobias fue de los recurrentes temas en sus obras: Marnie (cromatofobia), Vértigo (miedo a las alturas), Naúfragos (aversión social) entre otras, todas un reflejo de la hipocondríaca personalidad del realizador inglés. Buried consigue con pocos medios llamar la atención del espectador y después enlazarlo en esa tortuosa experiencia que esta viviendo Paul Conroy. Cortés se centra únicamente en los diversos planos a Reynolds, no existe vida exterior tan sólo la imagen y el sonido tras la cobertura del teléfono móvil. A modo de atmósfera es un gran acierto si bien a nivel narrativo deja Buried como un film que pierde en profundidad a medida que avanza su metraje.
Paul Conroy (Ryan Reynolds) es una víctima cotidiana que lo hace empático con el espectador. Su lenguaje corpóreo expresa una asfixia y angustia en una interpretación muy seria con tan sólo unos instantes para el humor o la emoción. Buried se convierte en un camino del que tanto admiradores y detractores quieren conocer su final. Buried es una cinta pequeña pero adictiva que supone una nueva cima para la producción de cine español. Diferente es el mejor calificativo para el segundo largometraje de Rodrigo Cortés, en una carrera que promete dar noches de gloria al cine de nuestro país. El cine de género castellano está de enhorabuena, aire fresco y original sale del ataúd de Buried.
Lo Mejor: Ryan Reynolds (mejor carta de presentación en Europa, imposible).
Lo Peor: Demasiado esquematizada. Su originalidad le lleva a falta de profundidad.
Puntuación: 7/10
