LA CAVERNA DE NOSFERATU“Digna y decente continuación de una de las mejores películas de terror de la última década, que no añade nada nuevo al género salvo una cinta sin pretensiones llena de tensión.”
Hace unos días, a propósito del estreno de Centurion hablamos de Neil Marshall y de la obra que lo dio a conocer al gran público, The Descent. Una película de terror claustrofóbico, modesta e imaginativa que gracias al boca a boca del público, fue un éxito en Europa y Estados Unidos (donde obtuvo buenas medias de recaudación por sala). La historia de una caverna que llevó a un grupo de amigas a un infierno de sangre y horror se convirtió en un clásico de culto (con imitación americana posterior, La Caverna Maldita). Uno de los aciertos del film, aparte de su atmósfera, era su halo de realidad. Todo lo que ocurría en esa misteriosa gruta, nos parece verídico y posible. Todo gracias al uso tradicional del maquillaje para crear las criaturas y dejar de un lado el uso de los efectos especiales. Al ver las dos partes de The Descent, es inevitable pensar que hubiera pasado si ese buen entretenimiento que es Soy Leyenda (Francis Lawrence, 2007), hubiera optado por el diseño artesanal en vez de los efectos informáticos.
The Descent, representa todas las virtudes de Marshall, con un cine de Serie B cualitativo, donde la casquería y la violencia son sus señas identificadoras. Gracias a este film y su magnífica ópera prima, Dog Soldiers, Marshall se convirtió en un referente del género. Un realizador diferente, que sin embargo, en esta The Descent: Parte II deja el testigo a Jon Harris y se pasa a la producción ejecutiva. Con un menor presupuesto y tras el final del primer episodio, no se era demasiado optimista ante esta secuela. Este tipo de secuelas en el género, están destinadas al mercado doméstico por su baja calidad y ausencia de originalidad. The Descent: Parte II, pese a su batacazo comercial (aún no se estrenó en España) mantiene el estilo de la primera parte y gracias a la ausencia de pretensiones, se convierte en un largometraje ameno y entretenido.
The Descent: Parte II sigue el hilo argumental que se inició en el primer capítulo. Minutos después de la huida de Sarah de la gruta, es hallada por la policía que creyendo una posible implicación de la protagonista en la desaparición de sus compañeras, decide realizar una prospección en busca de estas mujeres desaparecidas. The Descent: Parte II, reúne un sinfín de incongruencias y estereotipos, que resultan insignificantes gracias al misterioso y claustrofóbico contexto. Conservando el elenco de la primera parte, la película varía (y falla) con respecto a la original, en la división de los miembros de la expedición. Una desunión que afecta al suspense y que sólo la presencia de esas criaturas devuelve en ciertos momentos del metraje. Más sangre, más terror y ningún trazo de humor en una serie B de calidad, que con toda probabilidad tendrá un mayor éxito fuera de la gran pantalla.
Este segundo episodio, no desmerece en ningún momento al original, y supone la diferencia en este tipo de producciones de género gracias a una desenfadada dirección llena de ritmo. Una buena fotografía exterior y la banda sonora de David Julyan (habitual de Christopher Nolan y de la filmografía británica) completan una película que hará las delicias de los acérrimos del género.
Lo Mejor: Conserva la esencia de la primera parte.
Lo Peor: Los numerosos tópicos e incongruencias del género.
Puntuación: 5,5/10
