
"Polanski vuelve con un enérgico ejercicio de misterio, con una atmósfera asfixiante y buenas interpretaciones yuxtapuestas a un guión poco matizado y estereotipado."
Con su penúltimo acercamiento al cine de suspense, La Novena Puerta (The Ninth Gate, 1999), Roman Polanski culminaba una serie de filmes menores que le habían hecho perder algo de credibilidad. El film interpretado por Johnny Depp, fue un fracaso en todos los ámbitos y trajo como resultado una aparente cuesta abajo del realizador de origen francés. Por suerte, tres años más tarde nos dejo una de las películas de la década, El Pianista (The Pianist, 2002), donde consiguió el Óscar a mejor director; y una más que correcta adaptación del relato de Charles Dickens, Oliver Twist (2005). Se esperaba con devoción su vuelta al thriller, con El Escritor (The Ghots Writer), la adaptación de la novela de Robert Harris. Presentada en Berlín, sorprendió a la crítica y obtuvo el premio al mejor director de la Berlinale 2010. Un triunfo en el amplio sentido de la palabra para uno de los cineastas estandartes del cine actual.
No hay duda del talento de Polanski en El Escritor, se viste el mejor traje de Hitchcock y tras una estupenda presentación, nos va dando pista tras pista para llegar a un esperado final. Si hablamos del esquema de la película, podría tratarse de un thriller más. Pero la clave no es en el “qué” si no en el “cómo” el maestro franco-americano nos muestra esta historia de ambiciones y tramas ocultas. La narración se sustenta en una prodigiosa selección de escenas donde la fotografía de Pawel Edelman y la partitura de Alexandre Desplat, recrean un paraje inhóspito, solitario y agobiante. Una atmósfera cercana al Insomnio de Christopher Nolan o Shutter Island de Martin Scorsese, que respira

Podría ser Tony Blair o cualquier otro político de un país occidental. Adam Lang antiguo primer ministro británico, se encuentra bajo sospecha por crímenes de guerra. Paralelamente, se están creando sus memorias, cuyo escritor fallece en extrañas circunstancias. Su sustituto, intenta darle uno nuevo brío a la recopilación vital del político, en su intento hallará una realidad que no quisiera conocer. El Escritor es un reflejo de las políticas actuales donde el interés y ambición de los países de primera fila tejen las redes que conforman nuestro planeta. Todo mostrado bajo la figura devaluada y objetiva del “negro”, ese personaje literario que nunca existe, pero que guarda las llaves de la caja de Pandora. El mayor mérito del film, radica en su propuesta inicial que te atrapa y te orienta en un camino, que guste o no, deseas conocer su destino.
Si Polanski maneja los hilos con soltura y aplomo, su reparto está a la misma altura. Ewan McGregor como sarcástico escritor de las memorias, realiza una de sus mejores interpretaciones en una carrera llena de títulos interesantes. Un héroe anónimo, que lucha por prevalecer aún sabiendo que a cada paso, las nubes se tornan más oscuras. Pierce Brosnan, cómo carismático político y, sobre todo, su esposa en la ficción Olivia Williams. Ella, representa la ambigüedad y la esencia de la cinta

Lo Mejor: Ewan McGregor, Pierce Brosnan y Olivia Williams. La dirección de Polanski.
Lo Peor: Algunos tramos de la historia algo insulsos.
Puntuación: 7,5/10