Una de las películas representativas de los años noventa, que supuso todo un fenómeno de admiradores, hablamos de Braveheart. La segunda cinta de Mel Gibson toco nuestros corazones con la historia del héroe de la independencia escocesa, William Wallace. Protagonizada por el propio Gibson, Braveheart es un entretenido y valiente ejercicio de cine épico, con excelentes escenas acción unidas a una gran dirección en los momentos íntimos. Una historia de amor eterno en la Escocia del siglo XIII, que sigue siendo una referencia para el género y sus millares de seguidores. Uno de los muchos aspectos sobresalientes de este film de aventuras, es la banda sonora a cargo de James Horner.
En pleno apogeo de su carrera, Horner se convirtió en un habitual en producciones trascendentes con sus melódicas composiciones (Leyendas de Pasión, 1994). Unas partituras que repitió hasta la saciedad, auto-fusilándose, lo que hizo que su prestigio decayera. Por suerte para el celuloide, volvió a las mieles del éxito el curso pasado con sus piezas para Avatar. En Braveheart crea un hermosa, y también repetitiva, melodía que junto las poderosas imágenes que nos llegan, tocan los sentimientos y se queda grabada en la memoria. Una obra recordada por lo que evoca más que por su musicalidad. Aparte de la banda sonora básica, años más tarde se comercializó More Music From Braveheart (al igual que hizo en Titanic). Una excelente compilación de todos los momentos sonoros del film, una joya para cualquier aficionado. A continuación, uno de los temas más conocidos, Freedom.
En pleno apogeo de su carrera, Horner se convirtió en un habitual en producciones trascendentes con sus melódicas composiciones (Leyendas de Pasión, 1994). Unas partituras que repitió hasta la saciedad, auto-fusilándose, lo que hizo que su prestigio decayera. Por suerte para el celuloide, volvió a las mieles del éxito el curso pasado con sus piezas para Avatar. En Braveheart crea un hermosa, y también repetitiva, melodía que junto las poderosas imágenes que nos llegan, tocan los sentimientos y se queda grabada en la memoria. Una obra recordada por lo que evoca más que por su musicalidad. Aparte de la banda sonora básica, años más tarde se comercializó More Music From Braveheart (al igual que hizo en Titanic). Una excelente compilación de todos los momentos sonoros del film, una joya para cualquier aficionado. A continuación, uno de los temas más conocidos, Freedom.