THE LOOKOUT
Nunca un despertar fue tan hermoso. Eso debió imaginar, a ojos del espectador, James Stewart a notar el brazo y la mirada de Grace Kelly en una de las escenas del film que nos ocupa, La Ventana Indiscreta (Rear Window, 1954). Entre las múltiples virtudes de una de las películas más representativas de Alfred Hitchcock, se encuentra esta bella dama que llena la pantalla con un personaje que salva de los tópicos con su magnética presencia. Kelly, pertenece a esa realeza de intérpretes, que representan los mejores momentos del séptimo arte, y que a su lado comparte trono con el héroe americano de los años cincuenta, James Stewart. Ambos, siendo Jeff y Lisa, son un estupendo reclamo para un nuevo visionado de esta magnífica cinta de intriga. Voyeurismo e investigación según Hitchcock.
Un reputado fotógrafo convaleciente por una fractura en su pierna, pasa el tiempo en su domicilio espiando al vecindario. Una rutina, donde analiza el comportamiento de los habitantes a vista desde su ventana. Dentro de la monotonía diaria, hay algo que le llama la atención de uno de los matrimonios. La desaparición de la esposa de Lars Thorwald, hace sospechar a L.B Jeffries (Jeff) de que pudiera haberla asesinado. Jeff dará comienzo a una investigación donde involucrará a su novia Lisa Freemon, a su asistente y un amigo del cuerpo de policía para hallar la verdad. Todo expuesto por, un excelente Hitchcock, que nos cede los ojos y el objetivo de Jeff para participar en las pesquisas del fotógrafo. Algo que comienza como un algo placentero y se convierte en un juego peligroso.
Cómo hizo en dos de sus anteriores obras, Naúfragos (Lifeboat, 1943) y La Soga (Rope, 1948), Alfred Hitchcock nos presenta La Ventana Indiscreta, en una casi completo plano-secuencia. Algo totalmente justificado porque hace partícipe al público en primera persona de la historia. El plano con el patio y el edificio adyacente es el escenario de toda la trama, similar a una pantalla de televisión con las grabaciones de lo acaecido ahí fuera. Hitchcock logra este efecto con un montaje continuo, con escenas en off (fuera del alcance de visión según el ángulo) que cobran vida ante nuestra vista, tomando una posición activa ante el relato pero limitada en cuanto a la información. Aquí toma vital importancia los encuadres y descuadres, ejemplo de la maestría de Hitchcock con la cámara. La Ventana Indiscreta se va desarrollando alternando la aparición de los vecinos y las conversaciones de Jeffries con las visitas a su domicilio.
Una de las preguntas, que se emitieron en la época y que el espectador se hace en su primer visionado es ¿Por qué Hitchcock no desarrolló más los momentos de tensión de Jeff con Thorwald? Hitchcock se desmarca de los estereotipos del género de suspense, dándole más importancia al juego de Jeff y Lisa imitando ser detectives que al asesino en sí. Todo un acierto por parte del maestro de la intriga, ya que nos deja unos personajes de gran empatía de fácil conexión. También ayudan las excelentes interpretaciones del elenco actoral, ante todo, con un James Stewart siempre sobresaliente y una deslumbrante Grace Kelly, que enamora por su entrega y su personaje lleno de ilusión e ingenuidad. Pese al interés de la trama en ciernes, la interacción de ambos en los momentos más íntimos de la película (en una relación indefinida que refleja los miedos de Jeff), son sobresalientes, y un momento de descanso a los misterios que depara la ventana de Thorwald.
Utilizando el guión de John Michael Hayes (que adaptó la historia de Cornell Woollrich), Hitchcock juega con nuestra vista y nuestra imaginación (en las escenas en off, donde intuimos o presuponemos lo que está aconteciendo), en un soberano ejercicio de suspense que tuvo una mínima recompensa en forma de premios (Cuatro nominaciones al Óscar: director, sonido, fotografía y guión) pero una acogida sobresaliente de un público admirado por la puesta en escena del realizador británico. La gran fotografía de Robert Burks y la excelente ambientación y producción, hacen de La Ventana Indiscreta una cinta soberbia que nos permite ser agentes secretos, enamorarnos de Grace Kelly y aplaudir una de las más brillantes obras de un genio.
“Nada ha causado más problemas a la raza humana que la inteligencia”.
Lo Mejor: James Stewart y la deslumbrante presencia de Grace Kelly. La dirección de Hitchcock
Lo Peor: Mayor profundidad en algunos detalles del guión.
Puntuación: 9/10 CINE CLÁSICO
Nunca un despertar fue tan hermoso. Eso debió imaginar, a ojos del espectador, James Stewart a notar el brazo y la mirada de Grace Kelly en una de las escenas del film que nos ocupa, La Ventana Indiscreta (Rear Window, 1954). Entre las múltiples virtudes de una de las películas más representativas de Alfred Hitchcock, se encuentra esta bella dama que llena la pantalla con un personaje que salva de los tópicos con su magnética presencia. Kelly, pertenece a esa realeza de intérpretes, que representan los mejores momentos del séptimo arte, y que a su lado comparte trono con el héroe americano de los años cincuenta, James Stewart. Ambos, siendo Jeff y Lisa, son un estupendo reclamo para un nuevo visionado de esta magnífica cinta de intriga. Voyeurismo e investigación según Hitchcock.
Un reputado fotógrafo convaleciente por una fractura en su pierna, pasa el tiempo en su domicilio espiando al vecindario. Una rutina, donde analiza el comportamiento de los habitantes a vista desde su ventana. Dentro de la monotonía diaria, hay algo que le llama la atención de uno de los matrimonios. La desaparición de la esposa de Lars Thorwald, hace sospechar a L.B Jeffries (Jeff) de que pudiera haberla asesinado. Jeff dará comienzo a una investigación donde involucrará a su novia Lisa Freemon, a su asistente y un amigo del cuerpo de policía para hallar la verdad. Todo expuesto por, un excelente Hitchcock, que nos cede los ojos y el objetivo de Jeff para participar en las pesquisas del fotógrafo. Algo que comienza como un algo placentero y se convierte en un juego peligroso.
Cómo hizo en dos de sus anteriores obras, Naúfragos (Lifeboat, 1943) y La Soga (Rope, 1948), Alfred Hitchcock nos presenta La Ventana Indiscreta, en una casi completo plano-secuencia. Algo totalmente justificado porque hace partícipe al público en primera persona de la historia. El plano con el patio y el edificio adyacente es el escenario de toda la trama, similar a una pantalla de televisión con las grabaciones de lo acaecido ahí fuera. Hitchcock logra este efecto con un montaje continuo, con escenas en off (fuera del alcance de visión según el ángulo) que cobran vida ante nuestra vista, tomando una posición activa ante el relato pero limitada en cuanto a la información. Aquí toma vital importancia los encuadres y descuadres, ejemplo de la maestría de Hitchcock con la cámara. La Ventana Indiscreta se va desarrollando alternando la aparición de los vecinos y las conversaciones de Jeffries con las visitas a su domicilio.
Una de las preguntas, que se emitieron en la época y que el espectador se hace en su primer visionado es ¿Por qué Hitchcock no desarrolló más los momentos de tensión de Jeff con Thorwald? Hitchcock se desmarca de los estereotipos del género de suspense, dándole más importancia al juego de Jeff y Lisa imitando ser detectives que al asesino en sí. Todo un acierto por parte del maestro de la intriga, ya que nos deja unos personajes de gran empatía de fácil conexión. También ayudan las excelentes interpretaciones del elenco actoral, ante todo, con un James Stewart siempre sobresaliente y una deslumbrante Grace Kelly, que enamora por su entrega y su personaje lleno de ilusión e ingenuidad. Pese al interés de la trama en ciernes, la interacción de ambos en los momentos más íntimos de la película (en una relación indefinida que refleja los miedos de Jeff), son sobresalientes, y un momento de descanso a los misterios que depara la ventana de Thorwald.
Utilizando el guión de John Michael Hayes (que adaptó la historia de Cornell Woollrich), Hitchcock juega con nuestra vista y nuestra imaginación (en las escenas en off, donde intuimos o presuponemos lo que está aconteciendo), en un soberano ejercicio de suspense que tuvo una mínima recompensa en forma de premios (Cuatro nominaciones al Óscar: director, sonido, fotografía y guión) pero una acogida sobresaliente de un público admirado por la puesta en escena del realizador británico. La gran fotografía de Robert Burks y la excelente ambientación y producción, hacen de La Ventana Indiscreta una cinta soberbia que nos permite ser agentes secretos, enamorarnos de Grace Kelly y aplaudir una de las más brillantes obras de un genio.
“Nada ha causado más problemas a la raza humana que la inteligencia”.
Lo Mejor: James Stewart y la deslumbrante presencia de Grace Kelly. La dirección de Hitchcock
Lo Peor: Mayor profundidad en algunos detalles del guión.
Puntuación: 9/10 CINE CLÁSICO