MI NOMBRE ES GLADIADORPresentada en sociedad como la serie definitiva sobre Roma. Con la estética de 300 de Frank Miller y el enfoque de Rome, se estrenó en Enero, Espartaco: Sangre y Arena (Spartacus: Blood and Sand). Creada por Steven S. Deknight, Spartacus ha logrado un éxito moderado en Estados Unidos, donde las críticas no le han acompañado del todo. Spartacus es un producto de entretenimiento destinado a un público joven pese a sus escenas de explícita violencia. Interpretada por el británico Andy Whitfield y Lucy Lawless (Xena, La Princesa Guerrera), Spartacus narra la historia del gladiador más famoso de Roma. Muy alejada de la película de Stanley Kubrick que inmortalizo Kirk Douglas, esta serie del canal Starz fusila el estilo que creó Zach Snyder para 300, en uno de los aciertos del show. Una estética de cómic, donde la sangre salpica la pantalla, primero sorprendiendo para después agotar al espectador por reiteración.
En algunos momentos, sus vestuarios y diseños evocan a esa míticas series de Sam Raimi, cómo Hércules o Xena pero con más seriedad, dramatismo y épica. Lo mejor de Spartacus, sin duda, es un entregado protagonista y la fotografía de Aaron Morton. Un pretencioso producto de aventuras, bastante entretenido que ha ido subiendo en audiencia, a medida que pasaban los episodios. Unos últimos episodios de temporada con los que se ha ganado su renovación. Renovación que deberá conquistar en su segundo curso, en ese circo romano en el que se ha convertido la televisión norteamericana de feroz competencia. Sorprende su originalidad y puesta en escena, pero aún se encuentra muy lejos de uno de los mitos de la HBO. Los seguidores de Frank Miller, están de enhorabuena. “Algunas leyendas están escritas en sangre”.
Puntuación: **
