Terence Malick nos brindó un bello poema en su cuarta película, El Nuevo Mundo (The New World, 2005). Considerada una cinta menor del creador de Malas Tierras (1973), Días de Cielo (1978) y La Delgada Línea Roja (1998), El Nuevo Mundo es una infravalorada película sobre el amor y la naturaleza que toca los sentidos. Malick un detallista realizador, confío la música de este film, a James Horner. Horner, el compositor estrella de los años noventa con su participación en Leyendas de Pasión (1994), Braveheart (1995) y Titanic (1998), había entrado en barrena al principio del siglo XXI con sus reiteradas y repetitivas melodías. Poco a poco vuelve a la senda de la notoriedad con su última partitura para el fenómeno Avatar, donde consiguió una nueva nominación al Óscar.Una excepción de este Horner del nuevo siglo es The New World. Una maravillosa banda sonora, que se funde con las hipnóticas imágenes que nos presenta el maestro Malick. Una composición muy completa en todas sus pistas, que gana fuerza a medida que avanza el metraje. Con la aparición de Christian Bale en el segmento final, la música crece, aún más, en calidad y completan un
magnífico filme que mereció mejor suerte. Los amantes del cine del realizador de Illinois, y de El Nuevo Mundo podrán encontrar nuevas escenas en el director´s cut de esta cinta, con más de 35 minutos adicionales (a la espera del estreno en noviembre de su esperada Tree of Life). El amor y la vida en forma poética. Les dejo uno de los mejores cortes: Pocahontas & Smith, de esta gran banda sonora de Horner.
