PIRATAS PERSAS"Entretenida cinta de aventuras, con un gran sentido de la espectacularidad y muy poco de originalidad en una producción destinada a un público infantil."
Jerry Bruckheimer, es el patrón, junto a Michael Bay, de la concepción de cine palomitero (Blockbuster) que llega cada verano a las carteleras mundiales. Su cine es un compendio de grandes actores en insulsos papeles, un gran equipo de edición de efectos digitales-sonoros, y, una limitada capacidad para la narración. Bruckheimer es el productor de sagas tan rentables en lo económico cómo La Búsqueda (National Treasure, 2004-2007), Piratas del Caribe (Pirates of the Caribbean, 2003-2007) e incluso la serie de éxito CSI. Cine de evasión y entretenimiento (sin más), que recibió un gran espaldarazo con la primera entrega de Piratas del Caribe, donde obtuvo buenas críticas de la mano de Gore Verbinski en la dirección y Johnny Depp como lanza del proyecto.
Mucho de esta película tiene su última producción, Prince of Persia. Adaptación libre (apenas algunos guiños) del videojuego creado por Ubisoft que tuvo su origen en 1987. En Prince of Persia, Bruckheimer contó cómo capitán con Mike Newell (Cuatro Bodas y un Funeral), un más que correcto artesano que intenta volver a la senda del éxito. Cómo protagonista, un estupendo actor, Jake Gyllenhaal (Brokeback Mountain, Donnie Darko) encabezando un excelente reparto: Ben Kingsley, Gemma Artenton y Alfred Molina. Un buen cóctel, que sin embargo, no da resultado y nos deja otro subproducto de aventuras de la factoría Disney. De hecho, la película ha sido acogid
a por el público de manera tibia y se ha convertido en un gran batacazo económico como lo fue El Rey Arturo (King Arthur, 2004) dentro de la filmografía de Bruckheimer.En Prince of Persia, la saga de Piratas está siempre presente: Acción, aventuras, romance, humor infantil, efectos especiales… pero sin la chispa de la primera película interpretada por Johnny Depp y Orlando Bloom. Jake Gyllenhaal (Dastan) tiene carisma y química con Gemma Artenton, pero tanto ellos cómo el resto del elenco (con un Alfred Molina estilo Jack Sparrow) andan algo perdidos a expensas de la próxima escena de acción. Todo resulta frío e irrelevante. El espectador no se siente identificado en ningún momento, es la visión de una atracción de feria desde la grada. Los aspectos técnicos son sobresalientes, en un cascarón de oro en cuyo interior no hay nada. Incluso la notable banda sonora de Harry Gregson Williams, es muy del estilo de Klaus Badelt y Hans Zimmer en Piratas del Caribe. En definitiva, un filme visto en numerosas ocasiones, que supondrá un digno entretenimiento de sobremesa y que no contentará ni a los fans más acérrimos del videojuego.
"Se dice que muchas vidas están ligadas a través del tiempo, conectadas por una llamada ancestral que hace eco a través de los años... y algunos la llaman destino".
Lo Mejor: Su sencillez y las escenas de acción.
Lo Peor: Su duración y poca originalidad.
Puntuación: 5,5/10
