Se habla de Descartes, Aristóteles, Platón, Locke y Hume (estos por motivos evidentes) para explicar o refutar teorías de lo que ha significado el final de Lost (Perdidos). Ningún tipo de indiferencia, con un equilibrado sentido de lo satisfactorio y lo decepcionante entre los millares de seguidores. Los medios españoles han sido mucho más duros que los norteamericanos, cuyas críticas han sido benevolentes. A muchos no les convencen las respuestas dadas o la ausencia de ellas. En los portales de redes sociales, surgen páginas de todo tipo, entre el sarcasmo y la decepción que expresan la frustración de no encontrar sentido en este viaje que comenzó hace más de seis años.Hablo de viaje, porque así ha sido. El resultado final no debería quitarle importancia al proceso. Había que ser consciente, que incluso al principio de la sexta temporada, que todas las tramas abiertas por Lindelof y Cuse, era imposible cerrarlas. Los cinco finales de temporadas anteriores, nos dejaban con la boca abierta y con ganas de más. Por qué debería terminar la última temporada de manera diferente. Lost ha sido fiel así misma, desde su comienzo. Ahí radica su éxito, un éxito que ha hecho que sus temporadas o episodios más irregulares o menos interesantes no hayan sido un obstáculo para seguir viéndola. Aunque hay más series televisivas, todo el mundo tenía su vista (aunque fuera de reojo) en Perdidos.
El final. Pese a la multitud de teorías (algunas que parten de la ignorancia), el más lógico y claro es que la reunión en la iglesia fue el punto final. La despedida
de todos aquellos que murieron en diferentes momentos de sus vidas, y que crearon fuertes vínculos en la isla. La isla existió en sus vidas, todo lo sucedido en la serie es real. No estaban muertos de un inicio. Desmond es el personaje clave, porque es el encargado de unirlos. La explicación a los flash de un mundo paralelo (flash-sideways) tienen una explicación ya más complicada: limbo; una dimensión abierta de cómo serían sus vidas sin el accidente del Oceanic 815; el camino final hasta la iglesia. El resto de tramas, los flash forwards y flash backs algunos tendrán su importancia y su explicación y otros no. La trama principal basada en los personajes, enormemente perfilados, está completa y magistralmente cerrada.No era un final fácil, en una temporada con demasiados altibajos, pero es el que hace justicia a una serie que ha sido mágica en su desarrollo y lo continuará siendo muchos meses después, con la multitud de informació
n que se irá acumulando. Por lo pronto, se espera que en la edición de DVD, salgan veinte minutos más en el doble episodio final (confirmado con un epílogo sobre el final de Hurley y Benjamin Linus y el destino de Walt). ¿Dará más luz? Supongo que no, nunca habrá una solución clara para esta historia, y eso es lo más atractivo de ella. Por eso se nombra a los pensadores clásicos, referencias al mundo onírico y metafísico, se indaga en la mitología. Lost ha supuesto una manera de pensar diferente para el espectador.Entre las muchas reacciones, me ha sorprendido que se compare con el final de Prison Break. Serie de acción que tuvo una primera temporada estupenda y que después se convirtió en un auténtico desastre por sus giros reiterativos. El final de ésta era lacrimógeno, tocando la fibra del espectador, buscando la redención de la decepción que supuso ese despropósito. Lost no necesita redención, y aunque su final puede pecar de sensible, era el
más apropiado teniendo en cuenta el carisma y el cariño que muchos de sus personajes se habían ganado. Protagonistas de nuestra cotidianeidad, era fácil que tocaran nuestros corazones en su despedida. Este es el punto de vista que recuerda con optimismo (y mucha tristeza) ese excelente final, con Jack tumbado junto a Vincent, viendo cómo el avión de Ajira vuelve a la realidad.Para terminar dos enlaces: uno que teoriza sobre la serie y su final, que creo que es el más lógico, muy bien expuesto y explicado (Teoría de Lost por El Piloto Automático); y entre las diferentes reacciones negativas me ha sorprendido ésta, por su originalidad y calidad: un fragmento del Hundimiento con un gran Bruno Ganz, Hitler comenta el Final de Perdidos.
