Segunda entrega de la sección Históricos de Cine, en colaboración para el Cine de Lo Que Yo Te Diga. Pasamos de un presidente que intentó, entre otras cosas, unir al mundo, al conquistador más conocido de todos los tiempos, el estratega y líder macedonio Alejandro Magno. Con una filmografía que no hace honor a su importancia, aún se espera la película definitiva de uno de los personajes más relevantes de la historia clásica.
ALEJANDRO MAGNO
Inspirador de conquistadores, precursor de un mundo unido, amante de la fusión de culturas, un héroe inteligente y preparado que fue víctima de la displicencia de algunos en su época pero que dejó un legado que muchos tomarían durante siglos. Alejandro Magno, rey de Macedonia, es uno de los personajes históricos más enigmáticos y atractivos.
Un visionario por encima del tiempo, cuyo estilo de vida, filosofía y logros, aún, siguen siendo estudiados. Megas Alexandros (en griego transliterado) no sólo unió las ciudades-estado de su país, si no que logró conquistar el vasto imperio Persa e intentar seguir avanzando hasta lograr llegar al fin del mundo. Un mundo que terminaba en Oriente, y esa idea también fue el fin de su vida, que no de un testamento que aún perdura.
No sólo se le recuerda por la épica de las batallas, ha sido objeto de estudio por filósofos y pensadores de todas las épocas. Siempre arropado por las más dotadas mentes del mundo heleno, deseó un mundo unido en paz, con grandes urbes, aprovechando todos los recursos de la naturaleza, para unir a una sociedad única y diversa, y hacerla comprometida.
Un adalid para muchos, para el Imperio Romano, en el Medievo, el Imperialismo, o incluso para Adolf Hitler en el siglo XX. Y que a partes iguales, tuvo sus detractores. Una incomprensión que también alcanza al séptimo arte, porque hasta la fecha ninguna producción cinematográfica, nos ha traído un retrato a la altura del Rey de Macedonia.
Cronológicamente hablando, el primer filme, nos llega a través del cine mudo. En 1917, el alemán Mauritz Stiller, nos trajo Alexander el Grande (Alexander Den Store). Stiller, uno de los pilares del cine nórdico de principios de siglo XX (esencialmente por su variedad de géneros), mostró un retrato del rey Macedonio, desenfadado, irónico y cómico y que aupó a la fama a Hauk Aubel como uno de los intérpretes del momento en Escandinavia. Ambientada en un hotel, es considerada una obra menor en la filmografía del director finés.
Todo lo contrario, que Sikandar (1941), obra culmen de Sohrab Mohdi y de la cinematografía hindú. Sikandar, “Alejandro” en lenguas urzu e hindi, es una fastuosa y lujosa producción, con bastantes medios para su época y que retrata a Alejandro Magno como un galán y héroe. Intrigas políticas y palaciegas, historia de amor y batallas en una cinta, pensada para el lucimiento de su estrella protagonista, Prithviraj Kapoor, y considerada una obra entretenida, de un cada vez más emergente cine Indio.
Richard Burton, interpretó al conquistador del imperio Persa, en una de las películas más conocidas, Alejandro el Grande (Alexander the Great, 1956). Dirigida por el gran Robert Rossen, Alejandro el Grande, es un más que entretenido peplum, que narra las hazañas del “Rey de reyes”, que funciona bastante bien como superproducción pero trata la historia de manera superficial y estereotipada. Film típico de una época, en busca de una buena recaudación con una historia, compendio, de aventuras, desdichas y batallas. Rodada en España, en una obra que es considerada, quizás como la mejor sobre el monarca Macedonio.
Inspirador de conquistadores, precursor de un mundo unido, amante de la fusión de culturas, un héroe inteligente y preparado que fue víctima de la displicencia de algunos en su época pero que dejó un legado que muchos tomarían durante siglos. Alejandro Magno, rey de Macedonia, es uno de los personajes históricos más enigmáticos y atractivos.
Un visionario por encima del tiempo, cuyo estilo de vida, filosofía y logros, aún, siguen siendo estudiados. Megas Alexandros (en griego transliterado) no sólo unió las ciudades-estado de su país, si no que logró conquistar el vasto imperio Persa e intentar seguir avanzando hasta lograr llegar al fin del mundo. Un mundo que terminaba en Oriente, y esa idea también fue el fin de su vida, que no de un testamento que aún perdura.
No sólo se le recuerda por la épica de las batallas, ha sido objeto de estudio por filósofos y pensadores de todas las épocas. Siempre arropado por las más dotadas mentes del mundo heleno, deseó un mundo unido en paz, con grandes urbes, aprovechando todos los recursos de la naturaleza, para unir a una sociedad única y diversa, y hacerla comprometida.
Un adalid para muchos, para el Imperio Romano, en el Medievo, el Imperialismo, o incluso para Adolf Hitler en el siglo XX. Y que a partes iguales, tuvo sus detractores. Una incomprensión que también alcanza al séptimo arte, porque hasta la fecha ninguna producción cinematográfica, nos ha traído un retrato a la altura del Rey de Macedonia.
Cronológicamente hablando, el primer filme, nos llega a través del cine mudo. En 1917, el alemán Mauritz Stiller, nos trajo Alexander el Grande (Alexander Den Store). Stiller, uno de los pilares del cine nórdico de principios de siglo XX (esencialmente por su variedad de géneros), mostró un retrato del rey Macedonio, desenfadado, irónico y cómico y que aupó a la fama a Hauk Aubel como uno de los intérpretes del momento en Escandinavia. Ambientada en un hotel, es considerada una obra menor en la filmografía del director finés.
Todo lo contrario, que Sikandar (1941), obra culmen de Sohrab Mohdi y de la cinematografía hindú. Sikandar, “Alejandro” en lenguas urzu e hindi, es una fastuosa y lujosa producción, con bastantes medios para su época y que retrata a Alejandro Magno como un galán y héroe. Intrigas políticas y palaciegas, historia de amor y batallas en una cinta, pensada para el lucimiento de su estrella protagonista, Prithviraj Kapoor, y considerada una obra entretenida, de un cada vez más emergente cine Indio.
Richard Burton, interpretó al conquistador del imperio Persa, en una de las películas más conocidas, Alejandro el Grande (Alexander the Great, 1956). Dirigida por el gran Robert Rossen, Alejandro el Grande, es un más que entretenido peplum, que narra las hazañas del “Rey de reyes”, que funciona bastante bien como superproducción pero trata la historia de manera superficial y estereotipada. Film típico de una época, en busca de una buena recaudación con una historia, compendio, de aventuras, desdichas y batallas. Rodada en España, en una obra que es considerada, quizás como la mejor sobre el monarca Macedonio.
Mucho más modesta, es la típica producción italiana, Goliath y la Esclava Rebelde (Goliath e la Sclava Rebelle, 1963). Peplum de escasos medios y pobre historia, dirigida por Mario Caiano, cercano al cine de Serie B, donde mezclan a Goliath, con Alejandro Magno (interpretado por Gabrielle Antonioni) en un papel casi testimonial. Película de aventuras con conspiraciones políticas, ambientada en la lucha de Alejandro Magno contra Dario, rey Persa, en una más de las producciones italianas de la época, de dudosa calidad y destinada a rellenar horarios televisivos de madrugada.
Curiosa e interesante, es en cambio, la producción greco-italiana, Alejandro El Grande (O Megalexandros, 1980) de Theodoros Angelopoulos. Premiada con el León de Oro, en el festival de Venecia de 1980, Angelopoulos nos narra la historia de un famoso bandido del siglo XIX, que se cree Alejandro Magno (interpretado por Omero Antonutti). Filme que sirve de reflexión y crítica al mundo del poder, sobre lo que conlleva, sus tensiones y debilidades. Una desmitificación del género, de los heroísmos y la lucha contra la tiranía. Una contemplativa recreación de Grecia en una de las mejores películas de su creador.
Otros trabajos que tratan la figura de este joven estratega, que con treinta y tres años, logro el imperio más grande hasta el momento, son Alexander Seki (1997) serie de animación japonesa creada por Rin Taro, en una epopeya de ciencia-ficción donde Alejandro Magno es un conquistador espacial. Y, un producto de serie B, The Pharaoh Project (Brad Tanenbaum, 2001) donde mezclan a Ramsés, Genghis Khan, Helena de Troya y otros personajes históricos, en un batiburrillo directo al videoclub.
Para terminar, este recorrido cronológico, a la filmografía de uno de los soberanos más conocidos en la historia. Sin duda, la obra más ambiciosa elaborada hasta el momento, Alejandro Magno (Alexander, 2004) de Oliver Stone. Con un Alejandro interpretado por Colin Farrell, nos narra la historia del monarca desde su niñez hasta su reinado y muerte. Todo de un punto de vista, personal, íntimo, centrado más en su vida que en sus hechos. En una cinta, basada en sus largos diálogos, nos intenta mostrar el lado humano del rey. Intentando mostrar los personajes con inteligencia, Oliver Stone fracasó con esta película, empezado por un casting no demasiado acertado, donde sólo el padre de Alejandro Magno, Filippo, era interpretado de manera más que correcta por Val Kilmer. La crítica americana la destrozó, por sus escenas homoeróticas y por la marcada ambigüedad del protagonista. Pese a ello, y gracias a una gran producción, excelente ambientación y la banda sonora de Vangelis, nos encontramos al retrato más fiel de la vida del rey macedonio. Una obra épica y personal, con buenos momentos de cine como la batalla de Gaugamela, que ponen el hito cinematográfico más alto, hasta el momento, de este gran personaje.
Cabe destacar, que hubo otro proyecto, paralelo al de Oliver Stone, dirigido por Barz Luhrmann, e interpretado por Leonardo Di Caprio. Su rodaje, iba a ser en Marruecos, pero se desechó por falta de presupuesto y la coincidencia con el título de Stone.
Una vida difícil de adaptar a la gran pantalla, con un héroe complejo y controvertido, cuyo reflejo no ha sido mostrado con toda la dignidad que merece en el mundo del celuloide. Con toda seguridad, habrá más adaptaciones en el futuro, seguro que no exentas de polémica, como todas sus decisiones en vida.
"A mi padre le debo el vivir, pero a mi maestro le debo el vivir bien".
Alejandro Magno.
"Zeus es por Naturaleza padre de todos, pero a los mejores los adopta como propios".
Alejandro Magno, según Arriano.
“Al más fuerte…”
Ultimas palabras de Alejandro Magno.
Por Emilio Martín Luna.
Enlace al ARTÍCULO HISTÓRICOS DE CINE El Cine de Lo Que Yo te Diga: ALEJANDRO MAGNO: "Un Conquistador Nato."