AMANECER REDENTOR
"Entretenido film futurista, que da otra vuelta más al mito del vampiro, con una atractiva estética pero un pobre guión que lo acercan a la serie B."
Desde la leyenda de Vlad el Empalador pasando por la novela de Bram Stoker, hasta los sucedáneos actuales sobre las criaturas de la noche, el mito del vampiro es ya un género propio dentro del séptimo arte. Probablemente F. Murnau, nos represento la figura del chupasangre de la manera más tenebrosa en Nosferatu (rodaje legendario que fue adaptado al cine en La Sombra del Vampiro). Christopher Lee, convirtió en un clásico del terror de los setenta al cruel y sanguinario Drácula. La adaptación de la novela de Bram Stoker, nos mostró el lado más romántico y bello de una historia inmortal; siguió esa estela Neil Jordan con Entrevista con el Vampiro; y se convirtió en una raza más de este mundo global en la trilogía Underworld, en la interesante 30 Días de Oscuridad, las televisivas Buffy o True Blood o en la flojísima adaptación de Crepúsculo.
Eterna y transmitida de generación en generación, es una fábula que se adapta a modas y tendencias, y que en pleno siglo XXI vive su momento más álgido, cinematográficamente hablando. Mucho ayuda, el fenómeno adolescente de Twilight, que ha ocasionado que las productoras se vuelquen con este enigmático personaje, por lo que cada mes tenemos una cita ineludible con la luz y la sombra. Más modesta que otras producciones de este nuevo género, es la australiana DayBreakers de los hermanos Spierig. Que dibujan una alegoría de los tiempos actuales en una época futurista no muy lejana de la nuestra (2017). La ambientación y el diseño de ese mundo, es sin duda, lo más atractivo de film. Una estética que cruza Equilibrium (Kurt Wimmer, 2002) con Underwold (Len Wiseman) de manera acertada y nos retrata un mundo donde la raza dominante es la vampira, y el ser humano es una especie en extinción.
Con un solvente reparto, encabezado por Ethan Hawke, Daybreakers, es una cinta de consumo rápido, eficiente y entretenida. Con un buen arranque que se va disolviendo lentamente, gracias a un guión tópico y previsible. Llega un momento, donde la historia no da más de sí, y se abalanza a un rápido y mediocre final. Un subproducto de ciencia-ficción que funciona como entretenimiento pasajero para amantes del género.
Lo Mejor: La estética, la ambientación en la metrópolis y de sus cloacas.
Lo Peor: Narración trompicada y previsible.
Puntuación: 5/10
"Entretenido film futurista, que da otra vuelta más al mito del vampiro, con una atractiva estética pero un pobre guión que lo acercan a la serie B."
Desde la leyenda de Vlad el Empalador pasando por la novela de Bram Stoker, hasta los sucedáneos actuales sobre las criaturas de la noche, el mito del vampiro es ya un género propio dentro del séptimo arte. Probablemente F. Murnau, nos represento la figura del chupasangre de la manera más tenebrosa en Nosferatu (rodaje legendario que fue adaptado al cine en La Sombra del Vampiro). Christopher Lee, convirtió en un clásico del terror de los setenta al cruel y sanguinario Drácula. La adaptación de la novela de Bram Stoker, nos mostró el lado más romántico y bello de una historia inmortal; siguió esa estela Neil Jordan con Entrevista con el Vampiro; y se convirtió en una raza más de este mundo global en la trilogía Underworld, en la interesante 30 Días de Oscuridad, las televisivas Buffy o True Blood o en la flojísima adaptación de Crepúsculo.
Eterna y transmitida de generación en generación, es una fábula que se adapta a modas y tendencias, y que en pleno siglo XXI vive su momento más álgido, cinematográficamente hablando. Mucho ayuda, el fenómeno adolescente de Twilight, que ha ocasionado que las productoras se vuelquen con este enigmático personaje, por lo que cada mes tenemos una cita ineludible con la luz y la sombra. Más modesta que otras producciones de este nuevo género, es la australiana DayBreakers de los hermanos Spierig. Que dibujan una alegoría de los tiempos actuales en una época futurista no muy lejana de la nuestra (2017). La ambientación y el diseño de ese mundo, es sin duda, lo más atractivo de film. Una estética que cruza Equilibrium (Kurt Wimmer, 2002) con Underwold (Len Wiseman) de manera acertada y nos retrata un mundo donde la raza dominante es la vampira, y el ser humano es una especie en extinción.
Con un solvente reparto, encabezado por Ethan Hawke, Daybreakers, es una cinta de consumo rápido, eficiente y entretenida. Con un buen arranque que se va disolviendo lentamente, gracias a un guión tópico y previsible. Llega un momento, donde la historia no da más de sí, y se abalanza a un rápido y mediocre final. Un subproducto de ciencia-ficción que funciona como entretenimiento pasajero para amantes del género.
Lo Mejor: La estética, la ambientación en la metrópolis y de sus cloacas.
Lo Peor: Narración trompicada y previsible.
Puntuación: 5/10