El sábado pasado concluyó una nueva edición del festival de Sundance. El evento que fundó Robert Redford en 1978, es una cita para la proyección, distribución y comercialización del cine independiente americano. Cintas de bajo presupuesto, que buscan distribuidora y darse a conocer para el gran público. Tras una edición anterior marcada por la crisis económica que hizo que muchos filmes no encontraran comprador, este 2010 ha sido todo un éxito y múltiples producciones hallarán acomodo en los multicines de medio mundo.
En cuanto a la calidad de las películas presentadas, es más que notable. El film que más revuelo ha creado, ha sido la cinta dirigida por el gallego Rodrigo Cortés e interpretada por Ryan Reynolds, Buried (Enterrado). La cinta se centra íntegramente en el personaje principal enterrado en un ataúd con un teléfono móvil casi sin batería y que debe negociar su rescate para ser liberado. La creación de Cortés ha sido todo un éxito, y Lionsgate será la distribuidora que ponga la película sobre el mapa. Otra producción que ha obtenido muy buenas críticas, es la ópera prima de Derek Cianfrance, Blue Valentine, protagonizado por Ryan Gosling y Michelle Williams. Gosling, que se dio a conocer en este festival con El Creyente (The Believer) y consiguió la fama con Half Nelson, ha obtenido grandes elogios, al igual que su compañera, en un drama sobre una pareja que va perdiendo el amor con el paso del tiempo. Otras producciones que han gustado mucho son Un Profeta (nominada al Oscar a mejor película extranjera) y la ganadora del festival a mejor película y guión, Winter´s Bone. Ésta última, basada en la novela homónima de Daniel Woodrell, y dirigida por Debra Granik, nos cuenta la historia de una adolescencia difícil en la América profunda. Un drama con muchas similitudes a una de las triunfadoras del año pasado, Precious (nominada por la academia) y su equivalente británica Fish Tank.
Las producciones sudamericanas, Contracorriente (Colombia-Perú) y la boliviana Zona Sur, tuvieron una muy buena acogida. La nominación al Óscar de La Teta Asustada, puede ser un filón que nos acerque al cine minorista sudamericano. En el apartado de mejor documental, dos han obtenido el beneplácito de la crítica: Gasland, y sobre todo, Waiting For Superman que ganó el premio del público. Otras obras que se presentaron y obtuvieron una crítica desigual, fueron Hesher, del que sólo se destacó la gran interpretación de Joseph Gordon-Levitt y el debut en la dirección de Mark Ruffalo, con Sympathy for Delicious. 117 películas en diez días de un festival, que sigue siendo una referencia para el cine americano independiente, y cuya trigésima edición fue un rotundo éxito tanto en calidad como económicamente.
En cuanto a la calidad de las películas presentadas, es más que notable. El film que más revuelo ha creado, ha sido la cinta dirigida por el gallego Rodrigo Cortés e interpretada por Ryan Reynolds, Buried (Enterrado). La cinta se centra íntegramente en el personaje principal enterrado en un ataúd con un teléfono móvil casi sin batería y que debe negociar su rescate para ser liberado. La creación de Cortés ha sido todo un éxito, y Lionsgate será la distribuidora que ponga la película sobre el mapa. Otra producción que ha obtenido muy buenas críticas, es la ópera prima de Derek Cianfrance, Blue Valentine, protagonizado por Ryan Gosling y Michelle Williams. Gosling, que se dio a conocer en este festival con El Creyente (The Believer) y consiguió la fama con Half Nelson, ha obtenido grandes elogios, al igual que su compañera, en un drama sobre una pareja que va perdiendo el amor con el paso del tiempo. Otras producciones que han gustado mucho son Un Profeta (nominada al Oscar a mejor película extranjera) y la ganadora del festival a mejor película y guión, Winter´s Bone. Ésta última, basada en la novela homónima de Daniel Woodrell, y dirigida por Debra Granik, nos cuenta la historia de una adolescencia difícil en la América profunda. Un drama con muchas similitudes a una de las triunfadoras del año pasado, Precious (nominada por la academia) y su equivalente británica Fish Tank.
Las producciones sudamericanas, Contracorriente (Colombia-Perú) y la boliviana Zona Sur, tuvieron una muy buena acogida. La nominación al Óscar de La Teta Asustada, puede ser un filón que nos acerque al cine minorista sudamericano. En el apartado de mejor documental, dos han obtenido el beneplácito de la crítica: Gasland, y sobre todo, Waiting For Superman que ganó el premio del público. Otras obras que se presentaron y obtuvieron una crítica desigual, fueron Hesher, del que sólo se destacó la gran interpretación de Joseph Gordon-Levitt y el debut en la dirección de Mark Ruffalo, con Sympathy for Delicious. 117 películas en diez días de un festival, que sigue siendo una referencia para el cine americano independiente, y cuya trigésima edición fue un rotundo éxito tanto en calidad como económicamente.