CARTA DE CHRISTOPHER NOLAN A HEATH LEDGER
Uno de los mejores directores actuales junto a uno de los mejores intérpretes del momento. De esa unión, salio una de los mejores películas de la última década, El Caballero Oscuro. La presencia de Ledger alza la película a lo más alto, como ya hizo en Brokeback Mountain en el año 2006 y demuestra todo el potencial que Ledger lleva dentro. Desde aquí lo recordamos, con una carta que Christopher Nolan, su director, escribió a la prestigiosa publicación Newsweek, y que expresa la personalidad de ambos. De un mago a otro…
"Una noche, estando en la calle LaSalle, en Chicago, intentaba organizar una toma de El Caballero Oscuro, cuando un asistente de producción pasó patinando por mi línea de visión. Maldije la primera vez en la que Heath cruzó el plató en skate maquillado por completo del Joker. Me preocupaba la posible reacción de los fans de Batman con un Joker patinando, pero el resultado real fue la proliferación de los skates entre los miembros más jóvenes del equipo. Si les hubiera preguntado por qué iban en skate, honestamente me hubiesen respondido que no lo sabían. Eso era auténtico carisma, tan invisible y natural como la gravedad. Eso es lo que Heath tenía.
Heath estaba lleno de creatividad. En todos sus gestos. Una vez me contó que le gustaba esperar entre trabajo y trabajo hasta que tenía hambre creativa. Hasta que lo necesitaba de nuevo. El trajo ese hambre al rodaje cada día. No hay muchos actores que puedan hacer que uno se sienta avergonzado de la frecuencia con la que nos quejamos de hacer el mejor trabajo del mundo. Heath era uno de ellos.
Una vez, otro actor y él estaban rodando una escena complicada. Teníamos dos días para grabarla, y al final del primer día, ocurrió algo y Heath estaba preocupado porque no quería dejar de rodar. Quería seguir adelante y terminar. Es difícil pedirle al equipo trabajar hasta tarde, cuando sabemos que no hay mucho tiempo para terminar al día siguiente. Pero todo el mundo pareció entender que Heath tenía algo especial y que teníamos que terminar antes de que ese algo desapareciese. Meses después me enteré de que Heath, al terminar aquel día, les agradeció, en silencio, uno a uno a todos los miembros del equipo el trabajar hasta tarde. En silencio. No intentaba dar un discurso, únicamente agradecerles la oportunidad que le habían dado de crear.
Esas noches en las calles de Chicago están llenas de parones. Esto a veces puede ser muy aburrido para un actor, pero Heath estaba fascinado, aceptando con entusiasmo nuestra invitación para montar la cámara en los vehículos que son perseguidos a través del túnel en la película, no solo para sentirse emocionado al hacerlo, sino para sentirse más aún parte del proyecto. Tuvimos una rápida proyección en el coche desde su portátil, de dos de sus obras en progreso: cortos que había hecho y cuyas experiencias fueron inolvidables. Su exuberancia me hizo sentir cansado y pesado. Nunca me he sentido tan viejo como viendo a Heath explorar sus talentos. Aquella noche le hice una oferta (sabiendo que no lo aceptaría) de que se sintiera libre para venir una de las noches que librase para que lo viéramos todo.
Cuando entras en la suite de edición, después de filmar una película, sientes la responsabilidad de un actor que ha confiado en ti, y Heath nos lo dio todo. Cuando empezamos mi montaje, me preguntaba acerca de cada toma que elegíamos, cada corte que hacíamos. Me gustaría ver la proyección que nos muestra la película terminada, sentado tres o cuatro filas detrás de él, viendo los movimientos de su cabeza en busca de indicios de lo que estaba pensando acerca de lo que habíamos hecho con todo lo que nos había dado. Ahora sé que eso no va a pasar. Lo veo todos los días en mi suite de edición. Estudio su rostro, su voz. Y lo hecho muchísimo de menos.
De vuelta en la calle LaSalle, me vuelvo hasta mi asistente de dirección para que aparte al skater de mi línea de visión, y cuando me doy cuenta, veo que es Heath, con el sombrero inclinado sobre sus ojos, aquí, en su noche libre, aceptando mi oferta. No puedo dejar de sonreír.”
Artículo Extraído de la revista Newsweek, 4 de Febrero del 2008
"Heath, no nos acordamos de olvidarte."
Traducción: Sam Bauer y Jack Ryder.
Fuente: Newsweek y http://christophernolansfans.blogspot.com/