EGO ETERNO"Pasable nueva edición de la gran novela de Oscar Wilde, orientada al público juvenil y destinada ha amenizar sobremesas televisivas."
La archiconocida novela de Oscar Wilde, uno de los clásicos literarios del siglo XIX, había sido adaptada previamente en la pantalla grande con desiguales resultados. Albert Lewin en 1945, creo una aceptable versión del trabajo de Wilde; Mássimo Dallamano en 1970, lo intentó sin éxito e incluso en La Liga de los Hombres Extraordinarios (Stephen Norrington, 2003), basado en los cómics de Allan Moore, uno de los protagonistas es Dorian Gray. La novela de Wilde, considerada ahora una gran obra, en sus inicios sufrió malas críticas, y el paso del tiempo la aupó a la categoría de clásico. El mundo del cine, sin embargo, no ha sabido plasmar la esencia de la novela, y aún se espera el film definitivo que aúpe al celuloide de manera eterna al joven Dorian. Este 2010 se estrenará (aparentemente, sin mucho éxito), una nueva versión, dirigida por Oliver Parker.
Una versión más juvenil, que recrea un Londres victoriano, fantasmagórico y lúgubre. La ambientación es sin duda, lo mejor de la cinta, una excelente recreación que, sin embargo, no encuentra colaboración en los demás aspectos del filme. Ben Barnes, que se dio a conocer como el príncipe Caspian, es un Dorian Gray poco carismático. En el primer tramo, se ve una interpretación muy floja que gana según avanza el metraje. El resto del reparto con Colin Firth y Ben Chaplin, cumple sin más, en una historia de terror gótico que sólo produce interés en alguna de las salidas nocturnas del protagonista. Adaptación destinada a los más jóvenes que verán en Barnes, el reclamo para su visionado. El conjunto final nos deja una película fría que logra entretener pero no entusiasmar.
Lo Mejor: La recreación de Londres.
Lo Peor: El comienzo de la película. Y un paupérrimo Ben Barnes, que, eso sí, mejora en el tramo final.
Puntuación: 5/10
