DE MAYOR...CAMARLENGO“Frenético thriller religioso, que mejora la adaptación de el Código DaVinci, de gran entretenimiento y mínimo poso.”
No me declaro, precisamente, un seguidor de las obras de Dan Brown. El código DaVinci, es un best-seller con un atractivo tema pero llevado de forma impersonal y en busca de la fama fácil. La adaptación cinematográfica, es, si cabe, aún peor que la novela. Así, con el listón tan bajo, se adapta, de nuevo, otra obra de Brown, Ángeles y Demonios, previa al Código DaVinci y que es dirigida, también, por Ron Howard. La primera película era tan mala que a poco que lo intentaran saldría algo digno, y lo consiguen. Ángeles y Demonios, puede tener muchos defectos, pero es una película hiperentretenida, rodada y narrada a gran ritmo que te atrapa por momentos, y con excelentes instantes de buen cine. Giros y contragiros, que pueden llegar a cansar, su acción esconde las lagunas de un guión sin mucho sentido.
Howard, vuelve a contar con Tom Hanks, como Robert Langdon, y añade al reparto a Ewan McGregor como el camarlengo papal. Poco importa las interpretaciones en esta película, los actores son esclavos del ritmo y su labor es cumplidora. Aspectos atractivos son la recreación del Vaticano (donde le negaron rodar al director), la música de Danny Elfman, y algunos instantes como la metáfora del Camarlengo en el helicóptero o el rescate en la fuente. Un film trepidante, sanguinario, donde nada es lo que parece y que tiene un patrón idéntico al Código DaVinci. Ángeles y Demonios es un correcto y olvidadizo entretenimiento sobre las conspiraciones religiosas, que encantará a todos los amantes del misterio y los enigmas de la religión católica. Recomendada para monaguillos de Santiago.
Lo Mejor: Entretenida y fluida. La escena del helicóptero.
Lo Peor: Intérpretes acartonados. Guión de género fantástico.
Puntuación: 5,5/10
No me declaro, precisamente, un seguidor de las obras de Dan Brown. El código DaVinci, es un best-seller con un atractivo tema pero llevado de forma impersonal y en busca de la fama fácil. La adaptación cinematográfica, es, si cabe, aún peor que la novela. Así, con el listón tan bajo, se adapta, de nuevo, otra obra de Brown, Ángeles y Demonios, previa al Código DaVinci y que es dirigida, también, por Ron Howard. La primera película era tan mala que a poco que lo intentaran saldría algo digno, y lo consiguen. Ángeles y Demonios, puede tener muchos defectos, pero es una película hiperentretenida, rodada y narrada a gran ritmo que te atrapa por momentos, y con excelentes instantes de buen cine. Giros y contragiros, que pueden llegar a cansar, su acción esconde las lagunas de un guión sin mucho sentido.
Howard, vuelve a contar con Tom Hanks, como Robert Langdon, y añade al reparto a Ewan McGregor como el camarlengo papal. Poco importa las interpretaciones en esta película, los actores son esclavos del ritmo y su labor es cumplidora. Aspectos atractivos son la recreación del Vaticano (donde le negaron rodar al director), la música de Danny Elfman, y algunos instantes como la metáfora del Camarlengo en el helicóptero o el rescate en la fuente. Un film trepidante, sanguinario, donde nada es lo que parece y que tiene un patrón idéntico al Código DaVinci. Ángeles y Demonios es un correcto y olvidadizo entretenimiento sobre las conspiraciones religiosas, que encantará a todos los amantes del misterio y los enigmas de la religión católica. Recomendada para monaguillos de Santiago.
Lo Mejor: Entretenida y fluida. La escena del helicóptero.
Lo Peor: Intérpretes acartonados. Guión de género fantástico.
Puntuación: 5,5/10
