LÁGRIMAS DE COCODRILO
“Intento fallido de drama lacrimógeno que tropieza por un guión poco elaborado y que Will Smith y Rosario Dawson intentan levantar como pueden.”
Los más cinéfilos y amantes del cine italiano recordaran El Último Beso (L´ultimo Bacio, 2001). Su creador, el joven realizador italiano, Gabriele Muccino, pasa por ser uno de los más prometedores directores europeos del momento. Lo es, por su capacidad de contar historias cotidianas con una gran sensibilidad. Con tan sólo dos creaciones en su país natal, Muccino tuvo su primer proyecto americano, con En Busca de la Felicidad (Pursuit of Happiness) que reunía en su reparto a Will Smith y su hijo, en una sencilla y bonita película sobre el sacrificio y la voluntad. Este primer contacto con el cine de alto presupuesto, le salió redondo, porque obtuvo reconocimiento y un buen puñado de críticas positivas. En un mismo tono dramático, vuelve a repetir con Smith, en una película más pretenciosa y con un tema polémico de trasfondo, Siete Almas.
Siete Almas, tiene tantos aspectos positivos como negativos. Quizás su mayor virtud, es que te hace pensar tras su proyección, lo malo que durante su visionado, se va haciendo más previsible y menos interesante. La narración no está muy desarrollada, y solo el dúo protagonista la mantiene a flote, con un correcto Will Smith y una excelente Rosario Dawson. La química entre ellos lleva el peso de una película que se va deshinchando y que tiene un buen final pero que en su global te deja frío y no consigue trasladarnos muchas emociones. Cinta menor que al menos puede valer como reflexión sobre el sacrificio y la redención. En mi caso, lo mejor de la película fue la compañía. Recomendada para enfervorizados seguidores del colirio y las cebollas, y para los donantes de sangre.
Lo Mejor: Las miradas de Will Smith a Rosario Dawson. El planteamiento inicial.
Lo Peor: Contada sin mucha profundidad. No consigue lo que quiere, emocionar.
“Intento fallido de drama lacrimógeno que tropieza por un guión poco elaborado y que Will Smith y Rosario Dawson intentan levantar como pueden.”
Los más cinéfilos y amantes del cine italiano recordaran El Último Beso (L´ultimo Bacio, 2001). Su creador, el joven realizador italiano, Gabriele Muccino, pasa por ser uno de los más prometedores directores europeos del momento. Lo es, por su capacidad de contar historias cotidianas con una gran sensibilidad. Con tan sólo dos creaciones en su país natal, Muccino tuvo su primer proyecto americano, con En Busca de la Felicidad (Pursuit of Happiness) que reunía en su reparto a Will Smith y su hijo, en una sencilla y bonita película sobre el sacrificio y la voluntad. Este primer contacto con el cine de alto presupuesto, le salió redondo, porque obtuvo reconocimiento y un buen puñado de críticas positivas. En un mismo tono dramático, vuelve a repetir con Smith, en una película más pretenciosa y con un tema polémico de trasfondo, Siete Almas.
Siete Almas, tiene tantos aspectos positivos como negativos. Quizás su mayor virtud, es que te hace pensar tras su proyección, lo malo que durante su visionado, se va haciendo más previsible y menos interesante. La narración no está muy desarrollada, y solo el dúo protagonista la mantiene a flote, con un correcto Will Smith y una excelente Rosario Dawson. La química entre ellos lleva el peso de una película que se va deshinchando y que tiene un buen final pero que en su global te deja frío y no consigue trasladarnos muchas emociones. Cinta menor que al menos puede valer como reflexión sobre el sacrificio y la redención. En mi caso, lo mejor de la película fue la compañía. Recomendada para enfervorizados seguidores del colirio y las cebollas, y para los donantes de sangre.
Lo Mejor: Las miradas de Will Smith a Rosario Dawson. El planteamiento inicial.
Lo Peor: Contada sin mucha profundidad. No consigue lo que quiere, emocionar.
Puntuación: 5/10