
El instituto, el primer amor, el segundo amor, el amor comunal, todos son una buena excusa para tratar en pantalla. One Tree Hill, es la arquetípica serie, donde casi todos los actores y actrices tienen cara de escayola y les ocurren cosas que nos pasarían a nosotros perfectamente en nuestros institutos: múltiples relaciones con tíos/tías buenorras, estrellas del baloncesto, asesinatos, amor con los docentes….
¡Y yo siendo delegado!, que injusticia, quiero ser americano o de Bangla Desh, que más da. Lo mejor, sin ninguna duda, es la música, rock melódico, punk y baladas muy acertadas y que al menos salvan algún visionado espóradico. Lo prefiero a Física o Química, yo soy de letras. Para amantes del maquillaje precoz, de Chad Michael Murray y su cara de cera, y coleccionistas de la Super Pop.
Puntuación: *