|| Críticas | ZINEBI 2024 | ★★★☆☆ |
Las novias del sur
Elena López Riera
Todo lo que gritamos a la almohada
Javier Acevedo Nieto
ficha técnica:
España, Suiza, 2024. Título original: «Las novias del sur». Dirección: Elena López Riera. Guion: Elena López Riera. Productoras: SUICAfilms, Alina Film. Fotografía: Elena López Riera, Alba Cros, Agnès Piqué. IDuración: 40 minutos.
España, Suiza, 2024. Título original: «Las novias del sur». Dirección: Elena López Riera. Guion: Elena López Riera. Productoras: SUICAfilms, Alina Film. Fotografía: Elena López Riera, Alba Cros, Agnès Piqué. IDuración: 40 minutos.
Sin embargo, la cineasta opta por ocupar un papel secundario. No es tanto su película como la oportunidad que brinda a las mujeres para reflexionar, pensar y sentir que tienen un espacio seguro. Esto podría ser tildado de antiformalista y anticinematográfico puesto que pareciera que todo documental auspiciado en circuitos más o menos independientes debería entregarse a la experimentación. Pese a ello, la filmografía de López Riera empieza a caracterizarse por una constante. Es un cine donde el estructuralismo y el significado de la forma no son nada al margen de una visión del cine como sistema sociocultural y comunicación con la sociedad en la que surgen. Dicho de otro modo, Las novias del sur es cine que se imbrica en el tejido social y eso antecede a toda forma hasta el punto de que toda imagen está al servicio de un fin comunicativo y social.
Las novias del sur se enmarca en un feminismo crítico que, una vez asumida la herencia de una imagen de lo femenino desigual y distorsionada, opta no tanto por reconstruirla (¿se puede reconstruir lo que ya se construyó defectuosamente?), como por deconstruirla y mostrar los espacios posibles donde ellas pueden inscribirse desde sus muchas posiciones. A través de las entrevistas y del material de archivo, López Riera fragmenta los discursos para mostrar todas las piezas políticas, sociales y culturales que han atravesado la historia reciente de la mujer en el país. Si Harold Bloom se mostró crítico con este tipo de estudios culturales puesto que renunciaban a toda metodología y herencia investigadora, cabría preguntarse si acaso estos cines postestructuralistas no están haciendo suyos métodos de trabajo (la entrevista, el archivo, la gestión documental, el trabajo con la palabra y la perspectiva narratológica) que dotan a sus pesquisas sociológicas de un valor etnográfico que, si bien no tiene el alcance masculinizante de fundar nuevos paradigmas de conocimientos, sí puede ofrecer perspectivas a viejos discursos. Perspectivas que enriquezcan el tapiz de una época que desgraciadamente tiende al aceleracionismo y la destrucción de todo pasado en favor de un futuro que, lejos del que la madre de Riera le enseñó, está obsesionado por inmolarse en el viejo altar de la patria.
Una película que trabaja sobre voces y memorias y las recupera como un contrapeso necesario ante esa erosión del tiempo. Aquí, el pasado no es solo historia, sino eco latente de deseos abortados y enseñanzas transmitidas en voz baja, casi como un secreto. La mirada de la directora, desde su proximidad a estas mujeres, hila un mapa íntimo que es, a la vez, un acto de resistencia ante la anestesia del olvido y una reafirmación de que no hay futuro sin pasado. Quizá en esta delicada conversación entre lo que fue y lo que no será, López Riera encuentre un cine que, sin renunciar al silencio ni a la pausa, invita a reconocer el valor de lo perdido para, al menos, imaginar algo diferente. ♦