Son of Sofia, de Elina Psykou, Grecia.
Siete películas lucharán por el Corazón de Sarajevo del festival de la capital bosnia, el evento cinematográfico más importante del sureste europeo. El SFF sigue fortaleciendo cada año su infraestructura y añadiendo atractivos a cada entrega. Para su 23ª edición contará, entre otros, con la presencia de Joshua Oppenheimer, Oliver Stone y John Cleese –a los que se condecorará con el Corazón Honorífico—, y Michel Franco, integrante del jurado de la sección oficial. Una competición que este año se presenta más abierta que nunca ya que, salvo la cinta búlgara Directions, que pasó por Un Certain Regard de Cannes, el resto de integrantes han tenido una trayectoria anónima por el circuito de festivales. Un hecho que podría etiquetar a la película de Stephan Komandarev como favorita, aunque hay que recordar que en Sarajevo optaron al máximo galardón filmes como El hijo de Saúl o Mustang en años anteriores y tuvieron que conformarse con el Gran Premio del Jurado. De Directions justamente nos habló nuestro compañero Alberto Saéz en la pasada entrega del evento galo: «...Una cámara hiperactiva irá transportándonos a varios vehículos, con diferentes conductores, gracias a los que podremos conocer, tanto a los pasajeros como a los propios taxistas. Con esta premisa entraremos en un mundo de violencia horizontal en el que se juzgará a todos con igual imparcialidad, tanto al empresario aburguesado arrogante que desprecia a todos los que no llegan a su nivel económico, como al propio trabajador pluriempleado que se aprovecha de la ingenuidad de las personas y hace uso de la estafa como recurso habitual. El realizador se mostrará indolente con todos ellos, tanto en la inicial crítica idiosincrática, como en la respuesta vengativa final, una dinámica de acción-reacción presente a lo largo de todo el metraje y que vendrá introducida por ese prólogo homicida que expone, con certeza, la dinámica fundacional del filme en cuanto al tratamiento de la justicia, la violencia y la venganza». La propuesta búlgara nos traslada a la realidad nocturna de la capital búlgara a través de este transporte público, un universo de corrupción y violencia.
En esa misma línea se mueve la georgiana Hostages, que se estrenará en España el próximo septiembre gracias a Karma Films: «Georgia soviética, 1983. Los preparativos de la boda de Nika y de Ana están en marcha; es un gran día para ambos, miembros de familias de la élite local. Para los recién casados y sus amigos, sin embargo, las celebraciones son en realidad parte de un encubrimiento, que tiene como objetivo abandonar el Telón de Acero». Es la quinta película del realizador Rezo Gigineishvili y la primera oportunidad de este de exhibirse en las carteleras occidentales. Algo a lo que aspira Elina Psykou con su segunda película –ya ganó en los premios helénicos con su ópera prima I aionia epistrofi tou Antoni Paraskeva en 2013—, Son of Sofia (que ya pasó por Tribeca), retrato de los albores de la crisis económica griega allá por 2004, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Atenas. Una coyuntura personificada en Misha, ruso de diez años que se reúne con su madre en la urbe helena. Un cambio que quebrará las concepciones familiares con las que se crio el joven. Precisamente sobre la familia trata Scary Mother: «Manana, es un ama de casa de 50 años de edad que lucha contra un dilema: tiene que elegir entre su vida familiar y su pasión por la escritura, que ha reprimido durante años. Ella decide seguir su pasión y se sumerge en las letras, sacrificando todo, tanto mental como físicamente». Nata Murvanidze encabeza este primer largometraje de Ana Urushadze. Un nombre más dentro del momento de despegue del cine georgiano. Un auge todavía no sellado para la industria rumana. Emanuel Pârvu se suma a esa Nueva Ola trufada de grandes nombres con The Not So Bright Side of Things, un drama sobre la vida de un leñador que recientemente perdió a su esposa y se enfrenta a la difícil labor de criar a Meda, una niña de la que se encargaba su mujer, mientras mantiene el negocio. Şerban Pavlu y Adrian Titieni encarnan los roles principales. Una vez más, la crisis es el leitmotiv de la propuesta albana Daybreak: «Leta se encuentra en una situación económica difícil ya que no ha sido capaz de pagar el alquiler de varios meses. Cuando ella y su hijo de un año de edad son expulsados de su apartamento, se mudan con Sophie, una mujer inmóvil cuya hija ha empleado a Leta como cuidadora. Con el fin de mantener su trabajo y su nuevo techo, Leta tiene que mantener con vida a Sophie a cualquier precio». Daybreak es el estreno en la ficción de Gentian Koçi. Como cierre de la sección más relevante, el otomano Semih Kaplanoğlu presentará Grain, tragedia sobre los flujos migratorios en la península turca protagonizada por Jean-Marc Barr. Otra muesca sobre una temática con muchas vías por recorrer. Pero no solo de la competición vive el festival balcánico. En otras secciones se proyectarán filmes como A Ghost Story (David Lowery), Happy End (Michael Haneke), Loveless (Andréi Zvyagintsev), Nocturama (Bertrand Bonello), The Rider (Chloé Zhao), The Square (Ruben Östlund), Palma de Oro de Cannes, Verano 1993 (Carla Simón) y la sensacional Western (Valeska Grisebach). El Festival de Sarajevo se desarrollará del 11 al 18 de agosto.
Competición
- Daybreak, de Gentian Koçi, Albania.
- Directions, de Stephan Komandarev, Bulgaria.
- Grain, de Semih Kaplanoğlu, Turquía.
- Hostages, de Rezo Gigineishvili, Georgia.
- MEDA or The Not So Bright Side of Things, de Emanuel Pârvu, Rumanía.
- Scary Mother, de Ana Urushadze, Georgia.
- Son of Sofia, de Elina Psykou, Grecia.
Pueden consultar el resto del programa en la web oficial del SFF.