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    Cine Alemán Siglo XXI

    Especial Doctor Who | The Day of the Doctor

    The Day of the Doctor

    THE DAY OF THE DOCTOR

    dirigido por Nick Hurran, 2013
    Episodio especial 50 aniversario (50th Anniversary Special)

    Tras una espera que asemejó una larga estadía en el infierno, al fin llegó el mes de noviembre del año 2013: el mes del Doctor Who. El día 23 se estrenaba el episodio especial que conmemoraba el 50 aniversario de la serie y abandonamos la isla perdida en la que nos habíamos ocultado, nos afeitamos nuestras luengas barbas, nos aseamos como corresponde y nos vestimos con nuestras mejores galas. Ya estábamos listos para volver a la vida de nuevo. Nueve días antes la BBC había presentado un breve mini episodio de poco más de siete minutos de duración como introducción a lo que estaba por venir, arrojando un poco de luz sobre el tremendo cliffhanger con el que se había puesto fin a la séptima temporada: un nuevo Doctor había surgido de las nieblas del pasado y todo el mundo se preguntaba quién demonios era ese anciano de mirada fiera que tras los poderosos rasgos del actor John Hurt nos obligaba a cambiar la numeración con la que se reconoce a los doctores a falta de nombre. The Night of the Doctor (John Hayes, 2013) comienza con una nave espacial en llamas y una cámara nerviosa que se mueve de un lado a otro y no se detiene ni un instante en su afán por transmitirnos el caos del momento. La nave está cayendo hacia un planeta casi anhelando su destrucción. La piloto clama por la necesidad de un doctor, y entonces hace su magistral entrada el octavo Doctor, Paul McGann, diciendo en voz alta una frase magnífica dirigida al anonadado espectador que jamás hubiera esperado verle de nuevo en el serial: “Yo soy un Doctor, pero probablemente no soy el que esperabas.” La nave se estrella y a partir de ahí asistimos a cuatro minutos en tiempo real en los cuales se nos explica el gran porqué de ese nuevo Doctor. Sigue el rodaje con la cámara al hombro y aquí ya molesta un poquito más, pero es tan emocionante lo que empezamos a adivinar que se avecina que no nos detenemos ni a respirar: la regeneración del octavo Doctor en su sucesor, que no será Christopher Eccleston como todos habíamos supuesto, sino John Hurt, presentando un giro de guion tan espectacular que uno olvida que tuvo su origen en la negativa de Eccleston de volver a la serie, por lo que este personaje concebido para él hubo de resolverse creando un nuevo Doctor sobre el que volcar toda la proyectada trama. Paul McGann ha tenido así su regeneración, el único Doctor del que nos había sido arrebatada, y podemos comprobar la intensidad y la emoción que su actuación impone en tan pocos minutos. El Doctor que solo tuvo una película de televisión, dirigida por Geoffrey Sax en 1996, pero que apareció en cuatro temporadas de audio libros generando su propia mitología se despedía con una llamarada tan épica como desesperada. 

    The Day of the Doctor

    El episodio especial del 50 aniversario, The Day of the Doctor (Nick Hurran, 2013), gozó de estreno en cines. Se rodó una presentación para las salas en la cual el comandante sontaran Strax indicaba qué se debe hacer y qué no mientras se proyecta una película en una descacharrante introducción. Métodos de castigo expeditivos sufrirán aquellos humanos que graben en vídeo la proyección o que no apaguen sus teléfonos móviles, recomendando eso sí que se coman palomitas: esas criaturas de maíz que al ser masticadas emiten unos sonoros y agradables, para los sontaran, claro, grititos. Aparecen a continuación los dos últimos doctores en un dúo formidable (David Tennant y Matt Smith), adelantando tanto el tono de comedia que desvelarán cuando los veamos juntos en el episodio como su carácter dramático cuando nos recuerdan ese misterio aún por resolver que supone ese Doctor oculto y preterido en el pasado (John Hurt). Una prueba más que demuestra el amor y el cuidado con que nuestra serie favorita mima cada pequeño detalle. Y vamos ya con el episodio en sí, que me estoy demorando tanto en comenzar que va a llegar el centenario y estaré todavía comentando los títulos de crédito. No sería de extrañar, en cualquier caso, porque precisamente la apertura del especial 50 aniversario es todo un regalo para los seguidores más antiguos de la serie. Con las imágenes caleidoscópicas con que se emitió por primera vez en 1963 y con el fondo sonoro de la ya mítica sintonía original compuesta por Ron Grainer y creada por Delia Derbyshire (creada porque decir interpretada sería no definir con precisión el alucinante trabajo de performance experimental que puso en pie la joven Delia, tenía 26 años entonces y ya formaba parte fundamental del BBC Radiophonic Workshop, un conjunto de músicos que se dedicaron, bajo las alas de la popular cadena de televisión, a revolucionar el concepto de música popular y de vanguardia tal y como lo conocemos), no se podía concebir mejor inicio. Un policía avanzando en blanco y negro sobre un viejo cartel como en el primer episodio de antaño pronto da paso a la luz y al color del presente. Se instala enseguida el tono de locura trepidante que caracteriza esta etapa del Doctor coprotagonizada por Matt Smith y Jenna Coleman como Clara, su compañera (companion) de aventuras. Vemos a Clara entrando con su moto en la TARDIS, al Doctor leyendo un libro de mecánica cuántica avanzada y ambos celebrando que durante el tiempo que han estado separados no han aprendido nada de la vida. No hay forma más bonita de decir que lo más hermoso de sus respectivas existencias son los momentos que comparten uno al lado del otro.

    The Day of the Doctor

    Los homenajes se suceden, desde las referencias a los episodios más recientes, Matt Smith colgando de nuevo de la TARDIS sobrevolando el Támesis y el puente de Londres, hasta la bufanda que cubre el cuello de la joven Osgood (Ingrid Oliver). Un mensaje de la reina Isabel I, la Reina Virgen, será el detonante de la acción, así como su credencial, un cuadro en 3D realizado con la tecnología de los señores de Gallifrey, el planeta de origen del Doctor, que consiste en congelar un momento del tiempo. Y allí, oculto en la memoria, se esconde el Doctor del que nadie quiere hablar, el Doctor que tomó la decisión de destruir un planeta entero, el suyo propio, y a todos los daleks que lo mantenían sitiado en la Guerra del Tiempo en una decisión terrible en la que se imponía un mal menor ante el horror de un mal mayor: los daleks estaban venciendo y su victoria hubiera llevado al exterminio de todas las civilizaciones del universo. La única solución era destruir Gallifrey y a la flota con todos los daleks en un sacrificio imposible por salvar el universo entero. Esta decisión es la que siempre ha pesado en el alma del Doctor, el que le ha llevado siempre a vivir con una sombra sobre sí, el que ha caracterizado esta nueva época, la que nace en el año 2005, con una nota de dolor y sufrimiento eternos, de soledad absoluta y abandono a un devenir errante como rasgos característicos de un Doctor que también puede ser el más loco y divertido de los alienígenas. Casi humano, o más que humano, porque él supone el epítome de todos los sentimientos de la humanidad. John Hurt interpreta a este Doctor con una intensidad que resulta todo un prodigio: en apenas un plano consigue convencernos de que, de repente, ahí en medio de la cronología, hay un Doctor nuevo que desconocíamos. Y al segundo plano ya lo amamos. Su mezcla de tristeza nunca desesperada, de decisión solitaria que lo hace consciente de la condena subsiguiente pero que arrostra con valor sin importar las consecuencias negativas que su acción revertirá sobre él, su entrega a un bien mayor aunque eso implique su destrucción, nos ganan de inmediato.

    The Day of the Doctor

    Los planos que John Hurt comparte con Billie Piper, la primera companion del nuevo Doctor, aquí encarnada en su forma de Bad Wolf (Lobo Malo), en el planeta solitario al cual el Doctor ha llegado para cumplir con su destino de destrucción son una absoluta delicia, así como los posteriores con la entrada en escena del décimo Doctor, el gran David Tennant, con un interludio donde impera la comedia y que nos trae de nuevo al que para muchos es el actor que mejor ha representado al Doctor Who. Enseguida lo veremos compartir escenas con Matt Smith y es un placer total la química extraordinaria que surge entre los dos doctores, con unos diálogos chispeantes, divertidos como nunca, plagados de dobles sentidos y humor blanco (Doctor Who es una serie concebida de verdad para todos los públicos), que se multiplican cuando John Hurt se une a la función. Verlos a los tres juntos, cada uno representando una época distinta del mismo Doctor, es una maravilla. Encerrados en los sótanos de la Torre de Londres, se sucederá una de las secuencias más emocionantes del episodio, donde el trío se enfrenta a sus diferencias pero donde también lograrán encontrar aquello que los une, lo que los hace comprender que son el mismo aunque en apariencia sean tan distintos, de físico más joven cuanto más años tiene. El plan zygon de conquista que conforma toda la trama del episodio no es más que una excusa para que en el presente se plantee la misma cuestión a la que se tuviera que enfrentar el Doctor en el pasado: la destrucción total de Londres (como antaño Gallifrey) para salvar el planeta Tierra (como antaño fuera el universo). La toma de conciencia final, con los tres doctores enfrentados al gran drama que ha marcado siete temporadas, barre de un plumazo el carácter más dramático del Doctor. Ya no será jamás un alma errante, ese personaje de connotaciones tan clásicas y de fuerte raigambre con el fantástico europeo más esquivo que bebe de personajes de una mítica tan poderosa como el judío errante, para darle un sentido y un objetivo a su existencia, una búsqueda que supondrá, así lo imaginamos, el eje de las siguientes temporadas de la serie.

    The Day of the Doctor

    En el último tramo del episodio asistiremos al cambio de rumbo más radical que ha tomado el serial en los últimos años, con los doce doctores que han sido y el nuevo que será, así trece, juntos cambiando el destino de todo un planeta. De camino, una conversación estremecedora por su belleza entre el Doctor interpretado por John Hurt y la nueva companion, Clara, demostrando que ninguna como ella ha comprendido jamás al Doctor. El guion de Steven Moffat deja perlas sobrecogedoras, frases para el recuerdo una tras otra que nos hacen olvidar todos los temblores a los que somete al argumento general de la serie. Imbatible en el instante, no tan perfecto en la estructura general. El final en el museo, con los tres doctores tomando té, toda una declaración de principios, y con el homenaje más sentido del episodio con una aparición sorpresa, todo un abrazo a los fans más antiguos, Moffat cierra el episodio arreglando el caótico puzzle temporal que de nuevo ha desatado con su habitual desparpajo y hala, el camino ya está preparado para el siguiente episodio, el especial de Navidad, la despedida del actual Doctor, Matt Smith, y la llegada anunciada del nuevo. Y para el recuerdo, esa imagen con los 12 doctores que han sido mirando su hogar, el planeta Gallifrey, ahora una nueva Kandor como la de Superman (o algo semejante), y un Doctor Who que ahora al fin sí sabe hacia dónde va: a su hogar por el camino más largo. Sin duda emocionante, aunque en nuestro corazón preferimos al vagabundo errante y aventurero con una sombra en el corazón. Pero se avecina una nueva época y el cambio es necesario. La esperamos con la misma pasión.

    José Luis Forte
    redacción Extremadura

    Inglaterra, 2013. Título original: The Night of the Doctor. Productora: BBC. Productor: Denise Paul. Estreno: 14 de noviembre de 2013. Director: John Hayes. Guion: Steven Moffat. Montaje: Ceres Doyle. Intérpretes: Paul McGann, Emma Campbell-Jones, Clare Higgins, John Hurt.

    Inglaterra, 2013. Título original: The Day of the Doctor. Productora: BBC. Productor: Marcus Wilson. Estreno: 23 de noviembre de 2013. Director: Nick Hurran. Guion: Steven Moffat. Fotografía: Neville Kidd. Música: Murray Gold, Ron Grainer y Delia Derbyshire. Montaje: Liana Del Giudice. Dirección artística: Paul Spriggs. Intérpretes: Matt Smith, Jenna Coleman, David Tennant, John Hurt, Billie Piper, Tristan Beint, Jemma Redgrave, Ingrid Oliver, Chris Finch, Paul Kasey, Christopher Eccleston, Paul McGann, Sylvester McCoy, Colin Baker, Peter Davison, Tom Baker, Jon Pertwee, Patrick Troughton, William Hartnell.

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