entrevista| Ignacio Navarro
texto| Emilio Luna.
Gloria, es una de las sensaciones del año. Tras su brillante acogida en Berlín, se convirtió en una de las películas favoritas del público de San Sebastián. Entrevistamos a Sebastián Lelio y Paulina García, los grandes responsables del éxito de un filme que representará a Chile en los Oscar.
■ Estando aquí el año pasado en Cine en Construcción, ¿cómo le ayudó? ¿Qué le faltaba de terminar en la película? ¿Cómo fue el proceso hasta que se estrenó en Berlín?
- Sebastián Lelio| Fue importante porque la gente que estuvo en esa sala, de alguna forma, definió el futuro de la película. Y cuando la cinta se mostró, explotó. Fue la primera explosión, un hito que marcó el destino de Gloria. Después vino Berlín y comenzó el fenómeno de distribución.
■ Gloria cuenta una historia bastante universal sin demasiadas referencias al contexto chileno, con personajes de clases acomodadas. Algo muy diferente a la cinematografía chilena y suramericana donde se tratan, habitualmente, temas sociales. La trama de Gloria podía haber sucedido en cualquier país. ¿Es algo que buscó intencionadamente?
- Sebastián Lelio| La historia de Gloria podía pasar en cualquier país pero no así. No con esos gestos, con esas palabras, con esa forma de ser tan profundamente chilenos. La única forma de ser universal es ser radicalmente local. La película es casi improvisada, no recurre al diálogo escrito y lo que mana en la interpretación no es otra cosa más que la identidad. La forma de cómo funciona nuestra cabeza, nuestro habitar en el mundo. Y con esos materiales está construida la película. Ahora, que sea transversal y que funcione en todos lados…
- [interrumpe Paulina García] Cuando las cosas son sinceras, son honestas, funcionan en todos lados. Una película con ánimo de amar, que golpea a uno profundamente en lo humano. No importa que sea china, norteamericana, de clase alta o baja. Si ves "Una mujer bajo la influencia", yo me siento atrapada, atrapada por Cassavettes y por el trabajo de Rowlands y Peter Falk. Te roban, son gringos, y están una ciudad desconocida pero te llevan a un lugar propio, íntimo e inolvidable. Y vuelves a verla una y otra vez.
■ Hablando de Cassavettes, precisamente, comentó en Sarajevo que Gloria, de forma inicial, era una referencia al filme del autor americano. También que le permitieron introducir el tema homónimo con el que concluye la película.
- Sebastián Lelio| En realidad, no teníamos el nombre del personaje ni el título de la película. Justo al final apareció la idea de llamar al personaje Gloria, aprovechamos para saludar al maestro y surgió la idea, también, de terminar con la canción de Tozzi. De esta manera, se solucionan tres problemas de un golpe.
■ Uniendo Cassavettes con la improvisación, ¿cómo enfocaron el desarrollo inicial del personaje? ¿Hubo muchos ensayos? ¿Cuánto tiempo le dedicaron?
- [corta de forma tajante Lelio] No, no hubo ensayos. Hubo conversación, hubo creación de confianza, pero no ensayo porque no me gusta ensayar y porque creo que se trata de hacer cine. El cine es el misterio del rodaje.
- [Paulina García] No hubo un ensayo propio, con la repetición de la escena. Pero si hubo un ensayo constante donde establecimos todos los puentes de comunicación. Él (Lelio) no escribió un guion como tal, sino una especie de storyboard donde te cuenta las escenas completas y desgrana hasta el agotamiento.
■ Paulina, usted ha trabajado más en teatro y en televisión, supongo que estos métodos de trabajo no le resultaron tan extraños. Buscando la espontaneidad por encima de la repetición de tomas. Algo que, quizás, fue más fácil para usted.
- Paulina García| El trabajo es siempre difícil. La diferencia de formatos te exigen soluciones y herramientas muy distantes entre ellas. Te exige energías muy diversas, incluso corporales. El teatro tiene una exigencia física muy concreta más trabajada que en el cine. Para mí no existe ni en el cine ni en el teatro una construcción del personaje. Lo que hacemos es abordar un universo que te nutre de información y referencias que no sabes como van a influir finalmente en el rol. Pero si sabes que se va armando una especie de colchón donde vas a descansar y moverte. Un tatami donde te desplazaras con más o menos destreza. Y la intención es conseguir la mayor destreza para que ese tatami soporte tus movimientos y así hacer creíble el personaje.
■ Teniendo en cuenta que ese fue el método que utilizaron, con mucha confianza y espontaneidad. ¿Cómo influyó ese tipo de trabajo en la sala de montaje? ¿Le ayuda ser el montador de sus propios filmes a la hora de economizar los planos en el rodaje?
- Sebastián Lelio| Rodamos mucho. El montaje es la verdadera escritura en el cine. El guion es el mapa, pero el rodaje es el territorio. La verdadera escritura se da con imagen y sonido. Yo siempre monto mis películas porque ahí está el cine.
■ ¿Tiene algún proyecto en mente? ¿Después de Gloria qué viene?
- Sebastián Lelio| No. Ahora estamos con Gloria y después ya veremos.
■ Se ve mucha química entre ambos, ¿volverán a trabajar juntos?
- Sebastián Lelio| Tenemos un romance profesional.
- Paulina García| Seguro. Siempre.
■ Muchas gracias Sebastián, muchas gracias Paulina. Mucha suerte en el futuro.
- Gracias a vosotros.