MADRES, HIJAS Y BESTIAS
crónica del sexto día en Sarajevo 2013 | Críticas de Talea, With Mom, Eat Sleep Die, The Act of Killing & OmarHoy me han confirmado que la razón por la que la organización del festival ha optado por el sistema de obtención de entradas para la prensa que critiqué en su momento es para favorecer a los periodistas de medios que patrocinan el certamen o que tienen aquí mayor implantación. En tal caso el sistema sigue siendo discutible pero tiene más sentido pues no prima la prontitud en el requerimiento de asientos como es habitual sino la relevancia del medio que lo hace, y además se corresponde con la importancia que tiene la publicidad en esta ciudad, multiplicándose los mismos anuncios de patrocinadores antes de cada pase. En cualquier caso, al margen de este apunte y de alguna otra queja por el retraso en el inicio de algunas películas, las que he podido visionar en esta jornada han sido bastante interesantes. La que más ha sido The Act of Killing (Joshua Oppenheimer, Christine Cynn & anónimo, 2012), superioridad patente en la asistencia a la misma de varias personalidades como la actriz protagonista de Soldate Jeanette (Daniel Hoesl, 2013) o el veterano actor Danny Glover, presente también en una conferencia matutina. Las otras cuatro proyecciones del día han sido dos competitivas: Talea (Katharina Mückstein, 2013) y With Mom (Faruk Lončarević), y dos no competitivas: Eat Sleep Die (Gabriela Pichler, 2012) y Omar (Hany Abu-Assad, 2013).
TALEA
de Katharina MücksteinIntérpretes| Sophie Stockinger, Nina Proll, Philipp Hochmair, Rita Waszilovics & Eva-Maria Gintsberg
Austria
Selección Oficial | Competición
Mückstein debuta con esta sensible mirada a una chica que trata de reencontrarse con su madre después de que ésta salga de la cárcel. La trama se inicia pues con ambas por separado hasta que se reúnen y emprenden un viaje juntas para visitar la ahora abandonada cabaña de los abuelos maternos. La directora sin embargo no utiliza los parámetros de una road movie para desarrollar la relación entre ambos personajes, lo cual sería por otro lado bastante oportuno, sino que lo intenta dotando de relevancia a los gestos que madre e hija comparten en el interior de una habitación o en los claros de un bosque. El tema de travesía y superación no se ilustra pues de una manera tan clara, y a veces cuesta entender el propósito y el significado detrás de algunos extensos planos generales del exterior que rodea a los personajes. Pero la directora sí acierta al alargar otros planos, en particular dos que una gran mayoría de películas habrían reducido a una cuarta parte. Uno es un traveling que sigue a la chica en su bicicleta mientras que otro es más bien una escena de cortes invisibles mientras ella baila, y ambos están acompañados por una música bien elegida y por una cámara llena de vitalidad. Pues bien, Mückstein es consciente de que en tales momentos es cuando realmente la película transmite emoción y por eso alarga esos planos, sobre todo el primero, para deleite del espectador más intuitivo. El problema es que lo que viene justo después tiene que estar más o menos a la altura porque, si no, se rompe la mágica conexión que se ha establecido entre pantalla y público. Y aquí evidentemente no lo está. Este ejemplo es el que mejor nos indica entonces por qué estamos ante una cinta meritoria y bien construida pero decepcionante, pues con un poco más de atrevimiento y de consistencia con las propias ideas podría haber sido mucho más memorable. ★★★★★
WITH MOM
Sa mamomde Faruk Lončarević
Intérpretes| Marija Pikić, Mira Furlan, Branko Đurić, Sanja Vejnović
Bosnia y Herzegovina, Alemania & Eslovenia
Selección Oficial | Competición
La segunda película en competición del día también trata sobre la relación materno-filial, poniendo nuevamente casi todo el foco en los dilemas y traumas internos de la chica. Pero la interpretación de su narrativa es aquí mucho más opaca, más inescrutable, impidiendo un seguimiento emotivo de la historia como por lo menos ocurría en el caso anterior. Aquí la protagonista se enfrenta al cáncer terminal de su madre entregándose a su naturaleza más impulsiva, ya sea pintando cuadros o intimando con un religioso musulmán, pero lo hace con parquedad y falta de interés. El hecho de que apenas cuente con cuatro o cinco diálogos en todo el metraje tampoco ayuda a desentrañar y consecuentemente compartir su sufrimiento: se supone que con el mero contexto y con sus extrañas acciones ya debemos entenderlo, pero de esta forma lo que más bien parece es que el director y guionista no quiere esforzarse demasiado y se limita a mostrarnos una sucesión de escenas a menudo asfixiantes e incómodas pero facilonas, como ese forzado encuentro sexual entre la madre y su marido después de que aquella sorprenda a éste viendo una cinta porno. Aun así el aforo estaba completo para presenciar este filme local cuyo atractivo también reside en el protagonismo de Marija Pikić, quién el año pasado ya ganó en este festival el premio a la mejor actriz por su sentida interpretación en Children of Sarajevo (Aida Begic, 2012) y que este año ha vuelto además como presentadora de la gala inaugural. Se trata por tanto de una actriz competente aunque con un estilo falto de vitalidad y expresividad, fundiéndose en este caso en el tono gris y poco inspirado del metraje. ★★★★★
EAT SLEEP DIE
Äta sova döde Gabriela Pichler
Intérpretes| Nermina Lukač, Milan Dragišić, Jonathan Lampinen, Peter Fält
Suecia
Sección Kinoscope
Mucha vitalidad en cambio sí demuestra Nermina Lukač interpretando a la protagonista de esta historia, que nos habla de tristes temas de actualidad como el desempleo y la inmigración. Tales asuntos se concretan en la experiencia de esta chica trabajadora en una fábrica de la rama alimenticia que por necesarios recortes debe echar a parte de la plantilla. Y ella, pese a ser una trabajadora llena de ganas y experiencia, resulta ser una de las afectadas. Entonces se inicia su búsqueda de un nuevo empleo, mientras su doliente padre intenta hacer lo propio aunque para ello tenga que emigrar temporalmente a Noruega. Pues en efecto la historia transcurre en una pequeña población sueca caracterizada a su vez por una fuerte inmigración, ya sea proveniente de Asia, Oriente Medio o países de la antigua Yugoslavia como en el caso de la familia protagonista. Y en ese punto es donde Pichler apunta igualmente críticas hacia los estereotipos migratorios y hacia la evolución demográfica de las sociedades actuales, aunque sin perder nunca de vista la evolución dramática del personaje interpretado también con gran fuerza e ilusión por Lukač. Apoyada entonces en una actriz en estado de gracia y en secundarios también muy sólidos, Pichler emplea un estilo dinámico y realista que dota a la cinta de gran verosimilitud y de conseguida tensión en determinados momentos, como aquel en que el jefe de planta de la fábrica va y viene entre los trabajadores para comunicarles su despido. Y pese a los chascos que se lleva la chica y a la sucia y desalentadora atmósfera que la rodea, la nota final del filme es esperanzadora, aunque mucho se debe a los determinados rasgos humanos de la protagonista: muchos otros en su situación, y ello se ve también en la película, reaccionarían en cambio con desilusión y resignación. ★★★★★
THE ACT OF KILLING
de Joshua Oppenheimer, Christine Cynn & anónimoDinamarca, Noruega, Suecia, Reino Unido & Finlandia
Sección Kinoscope
Este documental de coproducción nórdica y numeroso equipo en sus principales departamentos (aunque la mitad de ellos aparecen como anónimos en sus créditos) es una obra tremenda, de obligado visionado tanto por su originalidad y atrevimiento cinematográficos como por su calado histórico y moral. Se trata en efecto de un documental fuera de norma, que abandona la estructura típica del género de imágenes de archivo y entrevistas para unir el propósito de ambos recursos en una recreación de las matanzas de supuestos comunistas en la Indonesia de los años sesenta. Oppenheimer y sus colaboradores proponen a los responsables de tal genocidio representar sus actos ante la cámara para conmemorar el aniversario de los acontecimientos, a lo que ellos acceden encantados. Sin embargo, tal proceso de producción fílmica dentro de la propia película, documentado en sus distintas etapas desde el casting hasta el montaje final pasando por el maquillaje y el rodaje, va confundiéndose progresivamente con la realidad y adquiriendo entonces un efecto tanto más chocante y provocador. Ello queda patente por ejemplo en una de las secuencias que estos despiadados e inmorales asesinos, influenciados para mayor polémica por el mandato y la cultura estadounidenses, recrean en un campamento en el que murieron decenas de personas, utilizando a inconscientes conciudadanos para interpretar el papel de víctimas. Entre ellos hay concretamente niños que lloran desconsolados durante el rodaje de la secuencia y luego no pueden detenerse, pues realmente han sufrido un horror que supuestamente era fingido. Pero mayor impresión aún causa un último acto en el que el principal referente de las masacres, un hombre ya mayor pero igual de radical en sus planteamientos y acciones, visiona otra escena en la que él mismo se ha puesto en el papel de un torturado, y sufre después las consecuencias. Y es entonces cuando subyace el comentario más perturbador del discurso de este filme sobre la naturaleza vulnerablemente humana de los seres menos humanos que se pueda imaginar. Todo ello visto bajo un prisma colorido que no hace sino reforzar el componente absurdo y alucinatorio de un suceso cuya verdad es tan difícil de creer como difícil de olvidar… Por lo demás mi compañero Juan José Ontiveros hará una crítica más extensa de esta película ante su próximo estreno en España. ★★★★★
OMAR
de Hany Abu-AssadIntérpretes| Adam Bakri, Samer Bishara, Ehab Hourani, Leem Lubani, Waleed Zuaiter
Palestina
Sección Open Air
Finalmente la jornada nos ha dejado este trabajo presentado en Cannes cuya importancia radica sobre todo en su producción palestina, discutido país en sus fronteras y en su soberanía que al parecer hasta ahora no había estrenado un filme propio. Hany Abu-Assad se enfrenta pues a esta responsabilidad pionera narrándonos como era de esperar la confrontación entre Israel y Palestina, a través del terrorismo perpetrado principalmente por tres jóvenes palestinos. Uno de ellos es el protagonista, Omar, y enseguida es encarcelado después de que él y sus dos amigos maten a un soldado israelí. A partir de entonces se desenvuelve una trama algo enrevesada en la que los personajes parecen esconder motivaciones ocultas que luego no son tales (como en el caso de la supuesta novia de Omar) y donde se van sucediendo los giros sin suficientes antecedentes en algunos casos. En este sentido, la película resulta algo esquemática y simplona, defecto mayor teniendo en cuenta los significativos temas que toca. Mantiene un tono demasiado ligero e incluso humorístico cuando el mismo debería ser más áspero y dramático, y sus personajes se comportan a veces de una manera no muy acorde con la amenaza fatal que se ciñe sobre ellos o que ellos mismos emiten, como ocurre sobre todo con el agente israelí que interroga a Omar. Pero, por otro lado, la película está bien ambientada y producida y resulta muy eficaz en el planteamiento de sus conflictos, quizás precisamente por esquematizarlos un poco. Además logra una oportuna tensión en las escenas de persecución y encarcelamiento, cuenta con potentes interpretaciones por parte de sus jóvenes actores, y termina de una manera tan inesperada como lógica, concluyendo la trama en sus distintos niveles con un final del que muchas películas más pretendidamente autorales carecen. Este punto nos muestra nuevamente el carácter más comercial de la cinta de Abu-Assad, con lo bueno y lo no tan bueno que ello puede conllevar. ★★★★★
La siguiente jornada ya ha transcurrido igualmente, por lo que sentimos el retraso en la publicación de estas crónicas debido a la agenda algo más apretada durante estas dos jornadas. En cualquier caso la séptima ha sufrido un pequeño cambio de programación y ha terminado con la proyección de Blue Jasmine (Woody Allen, 2013), poniendo un broche de oro al día, lo adelanto ya, de mayor calidad cinematográfica hasta ahora del certamen. En efecto, durante el mismo he visto las que considero, a falta de una última participante, las dos películas más recomendables de la sección oficial: In Bloom (Nana Ekvtimishvili & Simon GroB, 2013) y Runaway Day (Dimitris Bavellas, 2013), y luego han venido dos grandes filmes fuera de competición: Short Term 12 (Destin Cretton, 2013) y Stop the Pounding Heart (Roberto Minervini, 2013). Les explicaremos las razones de este entusiasmo aquí, en El Antepenúltimo Mohicano.
Ignacio Navarro.
enviado especial a Bosnia y Herzegovina | crítico cinematográfico.
Danny Glover en Sarajevo | foto: Ignacio Navarro. |