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    Cine Alemán Siglo XXI

    Crítica | The Purge: La noche de las bestias

    The Purge: La noche de las bestias

    COMIENZA LA PURGA

    crítica de The Purge: La noche de las bestias | The Purge, James DeMonaco, 2013

    El todopoderoso Michael Bay, aparte de llenar de caos y destrucción las pantallas con artefactos del calibre de Armageddon o Transformers, ha encontrado otra estupenda fuente de ingresos con la producción de pequeñas películas de terror, entre las que se encontraron los remakes de La matanza de Texas, Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street. Sus bajos presupuestos hacen que tengan asegurada una gran rentabilidad de cara a la taquilla. En esta ocasión, Bay apadrina el segundo trabajo del director James DeMonaco tras el drama de historias cruzadas Staten Island, que también tenía a Ethan Hawke como cabeza de cartel. La novedad reside en que no estamos ante el remake de una nueva versión de algún clásico de los 70 u 80, sino ante una historia original, escrita por el propio DeMonaco. Enmarcada en el género de la ciencia ficción, al ambientarse en una sociedad distópica de un futuro cercano, The Purge: La noche de las bestias vendría a significar la última entrega de una corriente muy fructífera inaugurada por Michael Haneke en su polémica Funny Games (1997) –la intromisión de asesinos perturbados en una casa, haciendo vivir una pesadilla a los integrantes de la típica familia acomodada–, continuada luego por títulos como Los extraños (2008), El perfecto anfitrión (2010) o Secuestrados (2010) –nuestra excelente aportación patria al tema–.

    En el futuro, los Nuevos Padres Fundadores han acabado con la violencia y el paro de los Estados Unidos. Las familias viven felices y seguras en sus cómodas mansiones de las urbanizaciones de Los Ángeles y los vecinos se regalan entre sí las mejores sonrisas. Pero tras esta aparente paz, existe una terrorífica celebración anual denominada La purga. Al llegar esa noche del 22 de marzo, los ciudadanos que lo deseen, disponen de 12 horas de impunidad para cometer cualquier acto violento, dando rienda al odio y la violencia que todos llevan dentro. 12 horas en las que el asesinato es legal, mientras que los servicios de la policía, bomberos y médicos permanecen fuera de servicio. En vísperas de esta jornada nocturna, la familia Sandin se prepara para encerrarse en su hogar, con un sistema de seguridad de última tecnología, protegidos de las posibles reyertas del exterior. Al matrimonio formado por James y Mary la vida le ha tratado bien. Tienen una economía desahogada gracias a las jugosas ventas de sistemas de seguridad de la empresa de él, y unos hijos perfectos: la guapa Zoey, de 18 años y Charlie, un pequeño friki de las tecnologías. Será una noche movidita y trágica para ellos desde el momento en el que el hijo pequeño deje entrar en la casa a un vagabundo que estaba siendo perseguido por un grupo de enmascarados que pretendían matarle. Rodeados por estos ciudadanos sedientos de sangre que amenazan con entrar, los Sandin se encontrarán en la situación de elegir entre ser partícipes del violento juego o morir. Sin duda, la idea argumental resulta, cuanto menos, interesante. Presenta atractivos dilemas morales y retrata las envidias que despiertan los triunfadores en las personas mediocres y las cada vez mayores diferencias de clases sociales. El primer tercio de la película es notable, con la presentación de los personajes principales y los momentos previos a la noche de La purga, que muestran la cotidianidad de la vida en su elitista vecindario. Ethan Hawke –que combina como nadie proyectos artísticamente ambiciosos como Antes del anochecer (2013) con cintas comerciales del estilo de Daybreakers (2009) o Sinister (2012)–, vuelve a dar muestras de su enorme profesionalidad, mientras que Lena Headey –en la cresta de la ola por su papel de Cersei Lannister en Juego de tronos– está estupenda como acostumbra. Los actores adolescentes están muy bien escogidos y, entre los villanos, destaca el rostro del australiano Rhys Wakefield, tan convincente en su locura como no del todo aprovechado en la trama. Por desgracia, a partir de que la mansión es fortificada para protegerse del caos exterior, los tópicos de este tipo de filmes no tardan en hacer acto de presencia y DeMonaco opta por adentrarse en unos caminos más fáciles y convencionales, los del juego del gato y el ratón.

    The Purge: La noche de las bestias

    The Purge es una película, al fin y al cabo, honesta, que desde el mismo tráiler ya mostraba por donde iban a ir los tiros. Aterra más la idea de que un gobierno pueda permitir que la violencia se pueda emplear libremente, en beneficio de un supuesto bienestar social. Asusta también que los grandes perjudicados en estos actos de crueldad sin límite sean, mayormente, las clases sociales más bajas. Que grupos de personas adineradas y aparentemente civilizadas, se conviertan en monstruosos criminales que salen a las calles para limpiarlas de vagabundos es algo que pone los pelos de punta, sin duda. La pena es que el director no explota al máximo el potencial de sus argumentos y la traslación de su brillante ocurrencia en imágenes no da tanto miedo. La cinta no ofrece nada que no hayamos visto en obras anteriores –y mejores–, pero también es verdad que el director acierta a la hora de imprimirle un buen ritmo a su narración, ayudado por su economía de metraje (85 escasos minutos) y alguna que otra sorpresa que, si se ha visto mucho cine, no resulta tan sorprendente. El pequeño Charlie atrincherado en su escondite secreto y utilizando un robot con webcam integrada para moverse por los pasillos de la casa, tienen ecos lejanos de aquella pequeña joya francesa de 1989 que en España conocimos como Game Over: Se acabó el juego. También encontramos algo del carácter retorcido de la reciente saga The Collector y de la claustrofobia de la mítica Asalto a la comisaría del distrito 13 (1976) de Carpenter. Todas estas referencias ponen de manifiesto la impersonalidad del proyecto que, a pesar de todo, ha funcionado estupendamente en taquilla y tiene muchas posibilidades para convertirse en una nueva y rentable saga que, como las de Saw, Paranormal Activity o Insidious, atraerá a múltiples seguidores del cine de terror más primario. ★★★★★

    José Antonio Martín.
    crítico de cine.

    Estados Unidos. 2013. Título original: The Purge. Director: James DeMonaco. Guión: James DeMonaco. Productora: Universal Pictures/Blumhouse Productions/Platinum Dunes/Why Not Productions. Presupuesto: 3.000.000 dólares. Recaudación en USA: 63.117.000 dólares. Localización principal: Los Ángeles. Fotografía: Jacques Jouffret. Música: Nathan Whitehead. Montaje: Peter Gvozdas. Intérpretes: Ethan Hawke, Lena Headey, Max Burkholder, Adelaide Kane, Edwin Hodge, Rhys Wakefield, Tony Oller, Tom Yi, Tyler Jaye, Alicia Vela-Bailey.

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