Las aventuras de Tadeo Jones (Enrique Gato, 2012)
Columna para El Periódico Extremadura
Protagonista cada lunes con los resultados del ‘Box-Office’ en la mano, ‘Las aventuras de Tadeo Jones’ (2012) se ha convertido en una de las gratas sorpresas de este año. Lo es por manufacturación española, por su bien pensada campaña de marketing – con canción de éxito por bandera – pero, sobre todo, por su franqueza. No es el típico juego a la americana. Es explotar los limitados recursos al máximo conservando una identidad.
Muy lejos de la madurez y la calidad de productos como ‘Chico y Rita’ (2010) y ‘Arrugas’ (2011) – hitos recientes del dibujo patrio –, la película de Enrique Gato no está cargada de pretensión o las típicas ínfulas que conlleva el ser un oasis en ese desierto de la ficción animada existente en España. Su ingenuidad y su simple sentido del entretenimiento contrastan en un campo que siempre tiende a fusilar el espíritu cinematográfico en forma de barras y estrellas.
‘Las aventuras de Tadeo Jones’ es un retorno al mecanismo clásico del ‘blockbuster’: divertir y sorprender con criterio. En una cultura cegada por la búsqueda desesperada de profundidad en cada manifestación artística, este filme es la constatación de que hay riqueza en la superficie. Recuerda en todo momento que es una cinta infantil y no la sobrecarga de dobles lecturas o un enfoque kafkiano envuelto con el epígrafe: “también para adultos”. La animación española sigue en este citado desierto pero el sol aprieta menos con producciones de este tipo. Son los albores de una industria que debe ser cabeza de cartel en el mercado continental en un futuro. Mientras se consigue qué mejor que inocencia y sonrisas.
Publicada el miércoles 27 de septiembre.
Emilio Luna.
"1.500 caracteres para una opinión".