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    Cine Alemán Siglo XXI

    THE RAVEN (JAMES MCTEIGUE, 2012)

    The Raven
    John Cusack es Edgar Allan Poe en El enigma del cuervo (The Raven), la nueva película de James McTeigue
    Y QUE DESCANSE EN PAZ EL CINE
    El enigma del cuervo (The Raven, James McTeigue, Estados Unidos, 2012)

    Cuentan que Edgar Allan Poe pasó sus últimos días atormentado por sus febriles e imaginativas ideas, vagando de un lado para otro en las calles de Baltimore, Maryland. Todo el mundo sabía –era, cómo no, uno de esos secretos a voces– que el autor de El cuervo y decenas de relatos y cuentos memorables como La caída de la casa Usher, no duraría mucho, que su renqueante alma sería objeto del más silencioso réquiem que se hubiera dedicado a un escritor (ahora considerado de culto). No obstante, Poe estaba enfermo: todavía hoy no sabemos si a causa de un mal inducido por su genio o, simplemente, por su feroz alcoholismo y adicción a ciertas sustancias alucinógenas. Este último detalle es señalado en muchas biografías como posible catalizador de su talento, elevado a insospechadas cotas de maestría y dominio de la técnica. Lógicamente, de nada hubieran servido esos anhelados estimulantes en la mente de un impostor: las drogas enardecen o paralizan al sujeto, tal vez dejen paso a una volátil dimensión llena de sensaciones. Sucede, en cambio, que el consumidor idiota lo es con o sin opiáceos. Poe era insuperable de manera endémica, había nacido para escribir, conocía inmejorablemente la psique, sus oscuros e intrincados recovecos.

    No concebía la mediocridad, su lenguaje poseía belleza, ritmo, desolación, nervio, luces y sombras, quietud y movimiento, locura y amor. Diseccionaba minuciosamente la inefable perversión del hombre, la psicopatía, el terror primigenio. La densa bruma que vomitan los muertos. Sangre brotando de la blanca anatomía de cualquier mujer de sugerente nombre. Del caos, del infierno. De la soledad. Del silencio absoluto. De la oscuridad total. Puedes acudir a sus libros (quien esto suscribe lo hace de vez en cuando) con la certeza de hallar un mundo perversamente turbio y frío, casi despojado de toda empatía. Y leer –y sentir que escuchas al mismo tiempo– la pavorosa confesión de ese demonio que dice: “Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso”. El mismo que grita enajenado a dos policías si no escuchan como él un permanente latido bajo el suelo, el latido del corazón de ese anciano que miraba ciegamente, con aquel “ojo de buitre”, y al que ha asesinado en un acceso de ira. “La enfermedad”, añadía al comienzo, “había aguzado mis sentidos. Y mi oído era el más agudo de todos”. Como también se habían aguzado los de ese otro asceta que evocaba el nombre de la bonita Berenice, cuya repentina dolencia la sume en un estado comatoso que nadie sabe –ni logra– diagnosticar, y cuyo fantasma centelleante se le aparece al enamorado durante la inhóspita noche en que descubre que guarda en una caja los treinta y dos dientes de esa entrañable aventurera. "Berenice, Berenice", evoca entre susurros.

    Alice Eve in The Raven
    La actriz británica Alice Eve es el objeto de deseo del propio Poe en The Raven
    Es una obviedad recurrir a la típica definición que nos habla de un “maestro de la literatura universal”. Y es que, Edgar Allan Poe es mucho más que eso. Es un universo único, irrepetible, fascinante. Es el terror sublimado. Y la agonía del entierro prematuro, ya que a través de su prosa y sus versos se filtra la fobia sepulcral que padecía. Así pues, el escritor –nacido en Boston en 1809– interpretaba el difícil ejercicio de la escritura como una forma de exorcismo, acaso un intento de superar su miedo a la muerte. Es decir, hablar de ésta, bucear en su masa con el simple fin de encontrar un sentido (i)lógico a la existencia. Imposible no admirar a tan enigmática figura.

    Probablemente por eso cuesta enfrentarse a una película –aquí El enigma del cuervo– que lleva el título de su célebre poema, The Raven. En ella, contemplamos a John Cusack en la piel del escritor, quien se erige como pieza clave de una serie de asesinatos que perpetra un tenaz psicópata –y admirador de la obra de Poe–, pues éste recrea con fidelidad los sangrientos crímenes descritos en El barril de amontillado, El pozo y el péndulo y El gato negro, entre otros. Y, por supuesto, el artista no sólo vive por y para su obra, sino que responde a la llamada del amor de una tal Emily, cuyo bronco padre (Brendan Gleeson) no permite la sagrada unión. Era de esperar, ay, que el psychokiller secuestrara a esa atractiva rubia.

    El problema de El enigma del cuervo, sin embargo, es profundo. A los diez minutos estás convencido de que todo huele a producto barato, con una dirección artística tan rancia como vacía: es lo mismo de siempre, pero bastante peor. El director James McTeigue (V de Vendetta) nos ofrece una cinta cuya principal deformación proviene del fondo: un guión que hace del verbo un instrumento banal y pueril, que utiliza la reconocible adjetivación del protagonista sin inteligencia o sentido. Los guionistas Ben Livingston y Hannah Shakespeare (es irónico que una persona y supuesta profesional del medio con este apellido sea capaz de parir tal engendro) enfatizan la pompa estética en detrimento del demiurgo. Y de paso, cristalizan una realidad perniciosa: la del aprendiz que confunde la virtud literaria con la narrativa.

    Esta historia circular que arranca y sucumbe con la imagen de Poe sentado en un banco es el peor de los reconocimientos –y la peor manera de descubrir– a un poeta intemporal. Con todo, cuando me digan de revisionar dicho filme, evocaré al temido cuervo y gritaré: “¡Jamás!”.

    The Raven Luke Evans
    El emergente Luke Evans es el detective Fields en El enigma del cuervo
    Separador
    Imdb The RavenPor Juan José Ontiveros

    Leo, escribo, a veces pienso.
    El cine es totalmente subjetivo.
    Decía Hitchcock que "son 400 butacas que llenar".
    En esas butacas, además, puedes ver clásicos como Johnny Guitar.

    Edición por Emilio Luna
    Special Message from Johnny Lang

    SeparadorPóster:

    The Raven poster
    Póster de The Raven (James McTeigue, Estados Unidos, 2012)
    Artículado aportado a Sensacine, referente en Europa sobre el séptimo arte.
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