Talisa de Volantis - The Prince of Winterfell, el octavo capítulo de la segunda de temporada de Juego de tronos |
Nuevo episodio de transición con elementos interesantes pero transición al fin al cabo. Toda una preparación para la traca final que supondrá el próximo capítulo con la batalla de Blackwater. Ya en comentarios anteriores aludimos a la insustancialidad de las tramas descritas en esta adaptación de Choque de Reyes, algo que se traslada a este episodio. Si de diez capítulos todo lo apuestas a uno existe la posibilidad de que el nivel general decaiga. En el supuesto caso de que Blackwater, que está escrito por el propio George R.R. Martin y dirigido por Neil Marshall (The Descent o Centurion), no alcance las expectativas depositadas será más firme la conclusión de que Juego de tronos ha errado definitivamente en la traslación de esta maravillosa historia. Si bien la segunda novela de Canción de hielo y fuego tiene el efecto puente en la saga, se podía haber sacado más partido y demostrado ese mayor presupuesto con el que estaba dotado esta temporada.
En este episodio, The Prince of Winterfell, pequeños pasos que conducen a los encuentros bélicos en Desembarco del Rey – entre las tropas invasoras de Stannis Baratheon y la amurallada guardia del Rey Joffrey – y Blackwater – entre el ejercito del Señor de la Casa Lannister, Sir Tywin, que acude por sorpresa en busca de su invicto rival del Norte, Robb Stark – y que están dotados de esa calma tensa que precede a la tempestad.
Más protagonismo para el joven lobo que aparte de su romance con la guapa Talisa de Volantis tendrá que lidiar con la huida de Jaime Lannister ayudado por su madre Catelyn Stark y su protectora Brianne de Tarth. Un duro golpe para el joven Stark que además vendrá acompañada de la escisión entre los nobles que forman parte de su hueste. Las apariciones del Matarreyes, como siempre impagables, son representadas con cordura y, pese a alguna licencia, se han mantenido coherentes con respecto a la novela. Todo lo contrario que la relación amorosa entre Talisa y Robb – todo un guiño al público joven – que, aunque en este episodio tiene mejor trato y mayor profundidad, resulta intrascendente.
Bronn, nuevo capitán de la Guardia de Desembarco del Rey y amigo inseparable Tyrion Lannister |
Esos minutos robados bien podrían haber valido para una mejor descripción del aspirante al trono Stannis Baratheon que en The Prince of Winterfell aparece un minuto para alentar a su lugarteniente Davos Seaworth. Allí en Desembarco del Rey espera la guardia de los Lannister dirigidos en la sombra por un efectivo e inteligente Tyrion. El astuto enano mantiene en pie las opciones de su familia de no ser asediados y despojados del trono. Tyrion, además, verá como su hermana Cersei intentará arrebatarle lo que más ama, sin suerte. Todas las partes de esta subtrama tanto en lo dramático como en lo cómico (la pelea marietal entre Bronn y Tyrion) están bien narradas y articuladas, dibujando con brío la tensa espera – la conversación con Varys en las almenas – ante el ataque del mediano de los Baratheon.
Jon Snow se reencuentra con Qhorin Mediamano cautivo por los salvajes de Mance Rayder. Allí, una vez más, se pondrá en manifiesto la complicidad con la simpática y aguerrida Ygritte. Un personaje descrito en la novela como “menuda, patizamba, de rostro redondo, nariz respingona y manos pequeñas, dientes muy blancos y torcidos, pelo rojo y ojos de color gris azulado” y que en el producto HBO es una chica atractiva, de rostro etéreo. Pese a la “ligera variación” no molesta ya que el carácter tiene carisma y guarda química con el joven bastardo Stark. Pocos minutos para esta parte a la espera de conocer al líder salvaje.
Lord Varys y la Mano del Rey preparando la estrategia de combate en The Prince of Winterfell |
Arya, desesperada ante la marcha de Tywin Lannister en busca de su hermano Robb, busca al excéntrico Jaqen H’ghar para que cumpla su tercera promesa. Pese a que la propuesta inicial es desestimada por imposible, hace efectiva la segunda que es ayudar a salir de los lúgubres muros de Harrenhal tanto a ella como a Gendry. De nuevo, y sin ser novedad, segmento excelente en todos los sentidos. La segunda temporada de Juego de tronos tiene una cabeza visible y se llama Arya Stark. Algo que se constata con las simples miradas entre ella y el señor de los Lannister y el propio H’ghar.
Concluimos el comentario del octavo episodio con el principio y final de éste. Vuelta a Winterfell en una escena inicial demasiada explicativa que contrasta con el excelente diálogo entre Theon y su hermana, Yara Greyjoy. El final, predecible pero perdonable. Ya poco importa, el dictamen de esta segunda temporada llegará en cuatro días en una anticipada Season Finale. Las espadas en todo lo alto. Conociendo a Neil Marshall será un festín de sangre… y cuervos.
VALORACIÓN: 80/100 CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO