Katmandú, un espejo en el cielo (Icíar Bollaín, España, 2012) |
KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO (Icíar Bollaín, 2011) – El Periódico Extremadura
EL VELO PINTADO
Katmandú, un espejo en el cielo, el último filme de Icíar Bollaín, representa a las claras la evolución del cine español el pasado 2011. Un año irregular, parco en cintas de primer nivel y de marcado perfil bajo que solo tuvo en las habituales “ínfulas almodovarianas” de La piel que habito y el eco mediático en forma de Goya de Pa negre (Agustí Villaronga, 2010) sus breves momentos de gloria.
Bollaín, antigua vicepresidenta de la Academia de Cine Español, repite la fórmula de su película anterior, También la lluvia (2010), y sitúa a un ciudadano español en el extranjero como testigo activo de la triste realidad que asola gran parte de nuestro planeta. En este viaje a Nepal nos describe los claroscuros de la obsoleta cultura asiática siempre dentro del marco de una clásica relación romántica.
Katmandú, un espejo en el cielo no ofrece nada que el cine americano no haya ofrecido antes en las mediocres Siete años en el Tibet (1997) o Los niños de Huang Shi (2008). Una conjunción de tópicos, envueltos de manera sutil y detallada, que no logra desembarazarse en ningún solo momento de un halo de telefilme y producción menor.
Bollaín, antigua vicepresidenta de la Academia de Cine Español, repite la fórmula de su película anterior, También la lluvia (2010), y sitúa a un ciudadano español en el extranjero como testigo activo de la triste realidad que asola gran parte de nuestro planeta. En este viaje a Nepal nos describe los claroscuros de la obsoleta cultura asiática siempre dentro del marco de una clásica relación romántica.
Katmandú, un espejo en el cielo no ofrece nada que el cine americano no haya ofrecido antes en las mediocres Siete años en el Tibet (1997) o Los niños de Huang Shi (2008). Una conjunción de tópicos, envueltos de manera sutil y detallada, que no logra desembarazarse en ningún solo momento de un halo de telefilme y producción menor.
Katmandú, es la vuelta de Icíar Bollaín tras También la lluvia (2010) |
Entre tanto estereotipo surge la poderosa figura de Verónica Echegui. La joven actriz madrileña brinda una interpretación excelente convirtiéndose en el gran reclamo del largometraje. La fortaleza y tesón que desprende su mirada es suficiente para salvar la obra de Bollaín. Una realizadora siempre estimulante pero perdida en la constante búsqueda del minimalismo de la compleja existencia vital.
Puntuación: C
Publicado el miércoles 08 de Febrero de 2012.
Por Emilio Luna.
1.500 caracteres para una opinión.
Críticas para el El Periódico Extremadura.
El antepenúltimo mohicano