LE PARISIEN“Excelente lienzo sobre el dorado auge artístico parisino, lleno de originalidad y encanto. Un maravilloso cuento que devuelve al Woody Allen más intenso y mordaz.”
Conocerás al hombre de tus sueños (You Will Meet a Tall Dark Stranger, 2010), parecía el punto de inflexión definitivo en la inspiración de Woody Allen plasmada en el viejo continente. Una estancia en Europa que inició con la brillante Match Point (2005) y, que salvo el sorprendente éxito de Vicky Cristina Barcelona (2008) y el descanso neoyorquino de Si la cosa funciona (Whatever Works, 2009), ha estado marcada por un tono gris y menor en la filmografía del genio de Manhattan. Filmes impregnados del aura de Allen pero carentes de chispa e iluminación. Tras los viajes a Londres y Barcelona, se esperaba con cautela su paso por la capital gala. Midnight in Paris (2011), apertura de la pasada edición del festival de Cannes, no sólo disipa todas las dudas, nos deja al mejor Allen y una de las grandes películas del año.
Midnight in Paris es una mirada bohemia y dulce a todos los iconos del arte de la ciudad capitalina en los años veinte. Allí, el idealista escritor convertido en Cenicienta, Gil Pender (Owen Wilson), conocerá a personalidades cómo Scott Fitzgerald (Tom Hiddleston), Ernest Hemingway (Eric Stoll), Luís Buñuel (Adrien de Van), Salvador Dalí (Adrien Brody) o Pablo Picasso (Marzial Di Fonzo). Pender cada medianoche se sumergirá en la esencia de sus propios deseos y hallará todas las respuestas a su vida real. Una realidad monótona y asíncrona que no le permite explotar por completo toda la imaginación que necesita su primera novela. París significará no sólo un punto de inflexión en su creatividad, también descubrirá el verdadero sentido del amor desde el propio magnetismo que siente por la ciudad de la luz (la Ville lumière).
La belleza, un término tan subjetivo cómo cuestionable por su frecuencia de uso, adquiere todo su significado en cada plano del cineasta americano. Todas las estampas, tanto diurnas cómo nocturnas, poseen un halo evocador y misterioso que sacan el máximo partido de la bella ciudad francesa. Una gracia plasmada por la excelente labor del operador Darius Khondki. Cómo sutiles cómplices, acompañan unas maravillosas Rachel McAdams, Lèa Seydoux y Marion Cotillard. Ésta última, increíble, logra encandilar al respetable con esa mirada llena de ingenuidad y ternura. Es inevitable que tanto el protagonista cómo el espectador no caigan prendados de las beldades de una actriz gala que interpreta a Adriana de Burdeos, la dulce amante de Hemingway, Modigliani, Picasso y, ahora, de nuestra propia imaginación.
Si en las producciones previas de Allen su metraje se acercaba de manera peligrosa al publirreportaje de las ciudades escenario, aquí París se alza cómo la mayor y preponderante protagonista. El espíritu de una urbe que evoca el amor y los sueños. Cómo si de una paradoja se tratara, Woody Allen ha encontrado el camino, cómo el propio Gil Pender, en el misterioso barrio latino parisino. Tras un arranque típico en su filmografía, lleno de acordes y desacuerdos, la primera internada en la medianoche nos recuerda el talento de un mago que demuestra que sigue intacta su chistera. Esa que lleva maravillando durante casi tres décadas. Midnight in Paris es un pleno homenaje al arte, al recuerdo, al amor, a la memorabília y al romanticismo en todas sus vertientes. Es la suerte de contar con este fructífero realizador.
"Cuando haces el amor con la mujer a la que amas te olvidas de la muerte, te sientes inmortal aunque sea por un instante. Cuando ese efecto pasa, tienes que volver con ella y hacer de nuevo el amor", cita Ernest Hemingway en el filme. De este modo, Midnight in Paris se queda grabado en nuestra memoria y serán necesarios (y obligados) posteriores visionados. Allen ha creado un clásico moderno impregnado de sentimientos, remembranza y alma. Gracias monsier Allen.
"Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. Atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora".
Johann Wolfgang Goethe.
Lo Mejor: La dirección de Woody Allen. Un guión lleno de magia. Una bellísima Marion Cotillard.
Lo Peor: Tarda en arrancar.
Puntuación: 8,8/10 CINE USA 2011/WOODY ALLEN.
Conocerás al hombre de tus sueños (You Will Meet a Tall Dark Stranger, 2010), parecía el punto de inflexión definitivo en la inspiración de Woody Allen plasmada en el viejo continente. Una estancia en Europa que inició con la brillante Match Point (2005) y, que salvo el sorprendente éxito de Vicky Cristina Barcelona (2008) y el descanso neoyorquino de Si la cosa funciona (Whatever Works, 2009), ha estado marcada por un tono gris y menor en la filmografía del genio de Manhattan. Filmes impregnados del aura de Allen pero carentes de chispa e iluminación. Tras los viajes a Londres y Barcelona, se esperaba con cautela su paso por la capital gala. Midnight in Paris (2011), apertura de la pasada edición del festival de Cannes, no sólo disipa todas las dudas, nos deja al mejor Allen y una de las grandes películas del año.
Midnight in Paris es una mirada bohemia y dulce a todos los iconos del arte de la ciudad capitalina en los años veinte. Allí, el idealista escritor convertido en Cenicienta, Gil Pender (Owen Wilson), conocerá a personalidades cómo Scott Fitzgerald (Tom Hiddleston), Ernest Hemingway (Eric Stoll), Luís Buñuel (Adrien de Van), Salvador Dalí (Adrien Brody) o Pablo Picasso (Marzial Di Fonzo). Pender cada medianoche se sumergirá en la esencia de sus propios deseos y hallará todas las respuestas a su vida real. Una realidad monótona y asíncrona que no le permite explotar por completo toda la imaginación que necesita su primera novela. París significará no sólo un punto de inflexión en su creatividad, también descubrirá el verdadero sentido del amor desde el propio magnetismo que siente por la ciudad de la luz (la Ville lumière).
La belleza, un término tan subjetivo cómo cuestionable por su frecuencia de uso, adquiere todo su significado en cada plano del cineasta americano. Todas las estampas, tanto diurnas cómo nocturnas, poseen un halo evocador y misterioso que sacan el máximo partido de la bella ciudad francesa. Una gracia plasmada por la excelente labor del operador Darius Khondki. Cómo sutiles cómplices, acompañan unas maravillosas Rachel McAdams, Lèa Seydoux y Marion Cotillard. Ésta última, increíble, logra encandilar al respetable con esa mirada llena de ingenuidad y ternura. Es inevitable que tanto el protagonista cómo el espectador no caigan prendados de las beldades de una actriz gala que interpreta a Adriana de Burdeos, la dulce amante de Hemingway, Modigliani, Picasso y, ahora, de nuestra propia imaginación.Si en las producciones previas de Allen su metraje se acercaba de manera peligrosa al publirreportaje de las ciudades escenario, aquí París se alza cómo la mayor y preponderante protagonista. El espíritu de una urbe que evoca el amor y los sueños. Cómo si de una paradoja se tratara, Woody Allen ha encontrado el camino, cómo el propio Gil Pender, en el misterioso barrio latino parisino. Tras un arranque típico en su filmografía, lleno de acordes y desacuerdos, la primera internada en la medianoche nos recuerda el talento de un mago que demuestra que sigue intacta su chistera. Esa que lleva maravillando durante casi tres décadas. Midnight in Paris es un pleno homenaje al arte, al recuerdo, al amor, a la memorabília y al romanticismo en todas sus vertientes. Es la suerte de contar con este fructífero realizador.
"Cuando haces el amor con la mujer a la que amas te olvidas de la muerte, te sientes inmortal aunque sea por un instante. Cuando ese efecto pasa, tienes que volver con ella y hacer de nuevo el amor", cita Ernest Hemingway en el filme. De este modo, Midnight in Paris se queda grabado en nuestra memoria y serán necesarios (y obligados) posteriores visionados. Allen ha creado un clásico moderno impregnado de sentimientos, remembranza y alma. Gracias monsier Allen."Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. Atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora".
Johann Wolfgang Goethe.
Lo Mejor: La dirección de Woody Allen. Un guión lleno de magia. Una bellísima Marion Cotillard.
Lo Peor: Tarda en arrancar.
Puntuación: 8,8/10 CINE USA 2011/WOODY ALLEN.
