"Curioso y sugerente falso documental que engancha por su estrambótica información folklórica más que por la traslación de sensaciones."
Equivalente escandinavo al ogro de las leyendas fantásticas anglosajonas, el trol (troll en nórdico) se ha convertido en un personaje universal del género. Retratado por la literatura romántica cómo un ser antropomorfo y heliofóbico que raptaba a los niños de zonas rurales, el trol ha ido calando en diferentes culturas dándole una forma muy distinta a la atribuida por el folklore nórdico. Una prueba evidente es el mundo audiovisual. Desde la adaptación de Peter Jackson de la novela de J.R.R. Tolkien, El Señor de los Anillos, pasando por clásicos cómo Legend (1985), Willow (1988) o Harry Potter (La Piedra Filosofal, 2001), hasta uno de los referentes animados de los ochenta, la producción española David El Gnomo (1985). Todos han tenido, en mayor o menor medida, a esta singular criatura cómo protagonista dibujada cómo un voraz, pestilente y estulto habitante de bosques y cavernas.
Fiel ejemplo de este mestizaje conceptual entre culturas esta representado en la producción islandesa Beowulf & Grendel (Sturla Gunnarsson, 2005). En esta versión, el héroe gauta Beowulf (Gerard Butler) debía librar del horror que sembraba un terrible Trol (Grendel) en las tierras del rey Hrothgar. Basada en un poema homónimo británico, le leyenda original de Beowulf sitúa a un ogro cómo villano. Diferentes puntos de vista y forma pero similar esencia. Una esencia que rescata The Troll Hunter (Trolljegeren, 2010), una de las sensaciones de la temporada cinematográfica. Falso documental dirigido por André Øvredal que reúne todos los tópicos y conceptos que forman parte de la tradición noruega. Una producción muy interesante que une el mito y el cuento tradicional con una conspiración gubernamental para apartar estas bestias de los núcleos urbanos.
Si la cinta finesa, Rare Exports: A Christmas Tale (Jalmari Helander, 2010), indagaba en lo más profundo de las leyendas paganas sobre Santa Claus, The Troll Hunter retrata desde un punto de vista realista, alejado de conceptos literarios (obras de Asbjornsen y Moe), la figura de este enigmático monstruo. Una desmitificación de las fábulas del Norte de Europa al servicio de un cuento donde converge lo cabal y la superstición. Hans (Otto Jespersen) es un agente del gobierno encargado de ocultar y analizar el comportamiento de las diferentes razas de trol escondidas en bosques y zonas montañosas de Noruega. Su anonimato se ve comprometido cuando un grupo de jóvenes estudiantes, cámara en mano, deciden seguirlo para lograr esclarecer que rodea a este misterioso cazador; presente en extraños incidentes que han provocado la desaparición de humanos y animales domésticos.
The Troll Hunter posee una estructura muy simple. Alterna explicaciones y teorías con los episodios nocturnos donde se produce el contacto con las variadas órdenes de Trol. A falta de tensión, suspense o cualquier tipo de emoción, el filme de Øvredal funciona por el interés que despierta la propia historia. Enmarcada en este nuevo género llamado “mockumentary”, The Troll Hunter pudiera ser tildado de simple documental donde los datos pueden con la acción. Gracias a ellos, conocemos que existen diferentes subgrupos de especies que varían en forma y tamaño: Raglefanten, Tusseladd, Rimtusse, Harding o Dovregubben. Todos situados en bosques o montañas. Precisamente el tamaño de éstos marca el progreso de la trama de The Troll Hunter. Yendo de los sujetos más pequeños a auténticas moles de cien metros de envergadura.
El nivel de interés e ingenio va creciendo a medida que avanza el metraje. Momentos estupendos como el rodado en la cueva o el tramo final en el territorio de los Trolls, Jötunheimer, demuestran la gran capacidad de detalle e inspiración de André Øvredal; también creador del guión. Jötunheimer representa todas las virtudes de esta cinta noruega: lúgubre ambientación y un ocurrente argumento. Pese a su ritmo pausado y la frondosa nomenclatura, el filme acaba por cautivar y dejar un excelente poso. The Troll Hunter es una producción muy original e interesante que consolida el gran momento creativo de los autores escandinavos que ha posibilitado su exportación al mercado europeo y americano. Estamos ante un nuevo clásico de culto. Nunca las torres de alta tensión habían tenido tanta significancia.
Lo Mejor: El actor principal, Otto Jespersen. Jötunheimer. La frescura de la propuesta.
Lo Peor: Irregular en su ritmo, aúna momentos interesantes con otros intrascendentes.
Puntuación: 6/10 CINE EUROPEO/NORUEGA/MOCKUMENTARY.