EL ORIGEN
"La violencia y la miseria humana retratada por un inspirado Haneke, en una de las obras culmen del cine europeo de la década."
Pese a que su dos últimas creaciones, Caché (Escondido) y Funny Games, decepcionaron a la crítica, Michael Haneke nunca renuncia a su estilo. Un estilo anatomía de lo sórdido, lo cruel y represivo. Su adaptación americana de Funny Games, pese a su irregularidad, es una muestra de sus descarnadas narraciones sobre historias que reflejan uno de los instintos primarios del ser humano: la violencia. Su última película, La Cinta Blanca, representa el origen del momento más relevante del siglo XX. El despertar de una serie de valores que más tarde se convirtieron en el nazismo que asoló Europa. Una historia profunda y desgarrada acompañada por una brillante estética en uno de los mejores filmes del director alemán y del cine centroeuropeo. La Alemania de principios de siglo, bajo el afilado bisturí de Haneke.
Ambientada en una pequeña villa del Norte de Alemania, con una Europa envuelta en dudas y tensiones, el film narra una serie de hechos violentos que generan el temor y la desconfianza en sus ciudadanos. Personajes variopintos conforman la trama, con los que no existe ningún tipo de empatía, Haneke nos lo muestra cómo si de un documental se tratara. Una sociedad marcada por la excesiva rigidez y costumbres, donde los niños tienen el papel protagonista. El director alemán traza su pincel mostrándonos la desesperanza en un perfecto retrato de la época a ojos de un joven maestro de colegio. El poder, la nobleza, el incesto, la infidelidad, la crueldad y el dolor cómo partes habituales de las vidas de sus habitantes. El doctor, el varón y el cura representan ese tradicionalismo exarcebado del que los niños se rebelan.
¿Sus víctimas? Los más débiles, El pueblo se convierte una olla a presión, donde cada acto generaba terribles consecuencias. Haneke, dotado para desmenuzar el alma humana, nos muestra todo con una simpleza incómoda. Todo es pertubadoramente real, un reflejo no sólo de la Alemania de la época, si no de la Europa de décadas venideras cuyos efectos se han prolongado hasta no hace mucho. La Cinta Blanca nos narra el comienzo del extremismo social, que generó guerras y odio, donde los débiles eran la parte sobrante de una sociedad maltratada por sí misma. Haneke nos introduce en este mudo acontecimiento, con una atmósfera asfixiante donde la fotografía en blanco y negro de Christian Berger que logra un efecto claustrofóbico acorde a lo descrito en la cinta.
La Cinta Blanca es un desfile de tóxicas imágenes imantadas a la retina en la mejor descripción de la Europa de preguerra jamás vista, donde la degeneración y la putrefacción de la sociedad llevo a dramáticas consecuencias.
Lo Mejor: La dirección de Haneke y la fotografía de Christian Berger.
Lo Peor: Algunas partes innecesarias.
Puntuación: 8/10
"La violencia y la miseria humana retratada por un inspirado Haneke, en una de las obras culmen del cine europeo de la década."
Pese a que su dos últimas creaciones, Caché (Escondido) y Funny Games, decepcionaron a la crítica, Michael Haneke nunca renuncia a su estilo. Un estilo anatomía de lo sórdido, lo cruel y represivo. Su adaptación americana de Funny Games, pese a su irregularidad, es una muestra de sus descarnadas narraciones sobre historias que reflejan uno de los instintos primarios del ser humano: la violencia. Su última película, La Cinta Blanca, representa el origen del momento más relevante del siglo XX. El despertar de una serie de valores que más tarde se convirtieron en el nazismo que asoló Europa. Una historia profunda y desgarrada acompañada por una brillante estética en uno de los mejores filmes del director alemán y del cine centroeuropeo. La Alemania de principios de siglo, bajo el afilado bisturí de Haneke.
Ambientada en una pequeña villa del Norte de Alemania, con una Europa envuelta en dudas y tensiones, el film narra una serie de hechos violentos que generan el temor y la desconfianza en sus ciudadanos. Personajes variopintos conforman la trama, con los que no existe ningún tipo de empatía, Haneke nos lo muestra cómo si de un documental se tratara. Una sociedad marcada por la excesiva rigidez y costumbres, donde los niños tienen el papel protagonista. El director alemán traza su pincel mostrándonos la desesperanza en un perfecto retrato de la época a ojos de un joven maestro de colegio. El poder, la nobleza, el incesto, la infidelidad, la crueldad y el dolor cómo partes habituales de las vidas de sus habitantes. El doctor, el varón y el cura representan ese tradicionalismo exarcebado del que los niños se rebelan.
¿Sus víctimas? Los más débiles, El pueblo se convierte una olla a presión, donde cada acto generaba terribles consecuencias. Haneke, dotado para desmenuzar el alma humana, nos muestra todo con una simpleza incómoda. Todo es pertubadoramente real, un reflejo no sólo de la Alemania de la época, si no de la Europa de décadas venideras cuyos efectos se han prolongado hasta no hace mucho. La Cinta Blanca nos narra el comienzo del extremismo social, que generó guerras y odio, donde los débiles eran la parte sobrante de una sociedad maltratada por sí misma. Haneke nos introduce en este mudo acontecimiento, con una atmósfera asfixiante donde la fotografía en blanco y negro de Christian Berger que logra un efecto claustrofóbico acorde a lo descrito en la cinta.
La Cinta Blanca es un desfile de tóxicas imágenes imantadas a la retina en la mejor descripción de la Europa de preguerra jamás vista, donde la degeneración y la putrefacción de la sociedad llevo a dramáticas consecuencias.
Lo Mejor: La dirección de Haneke y la fotografía de Christian Berger.
Lo Peor: Algunas partes innecesarias.
Puntuación: 8/10