UNA VERDAD INCÓMODA
"Entretenido thriller que gana en la pausa como pierde cuando sube la tensión, un film menor de uno de los grandes del momento, Paul Greengrass."
La dupla Matt Damon-Paul Greengrass, es la responsable que Jason Bourne, sea uno de los personajes más reconocidos del mundo del celuloide. Crearon una trilogía (junto a Doug Liman) llena de cine acción de gran calidad, que basaba sus éxitos en una excelente dirección y montaje. Con la última entrega, El Ultimatum de Bourne (The Bourne Ultimatum, 2008), instauraron las bases de un género mejor aceptado tanto por el público cómo por la crítica. Esta tercera película, obtuvo tres Óscars, y una gran recaudación mundial. Una cinta trepidante, sobresaliente que dejó a nuestros dos protagonistas en lo más alto del séptimo arte. Con el proyecto de una cuarta entrega, al margen de las novelas de Robert Ludlum, en suspenso. Greengrass vuelve a reclutar a Damon, para esclarecer el misterio de las armas de destrucción masiva que hicieron al bando aliado invadir Irak con Green Zone.
Basada en una novela de Rajiv Chandrasekaran, nos narra como Roy Miller, alférez de la división de infantería norteamericana, encargado de hallar rastros de armamento nuclear, va encontrando pruebas de la ausencia de dicho armamento. Sus investigaciones le llevarán a altos cargos del gobierno americano. Green Zone es un thriller de acción rodado con un ritmo trepidante, y cuyos tramos de investigación más pausados despiertan más interés que las escenas de acción. En cierta medida, el tema de la investigación militar, reúne ciertos paralelismos con la cinta de Ridley Scott, Red de Mentiras (Body of Lies, 2007). Ambos son productos de calidad con una similar ambientación cuyas partes de exploración y búsqueda resultaban más sugerentes. En Green Zone las escenas de acción no aportan demasiado, llegando a resultar caóticas para el espectador.
Después de ver los primeros avances y trailers la pregunta inicial antes de ver Green Zone es: cuánto tiene de Jason Bourne el film. En ciertos momentos, podemos ver a Roy Miller cómo amnésico agente americano, pero la cinta de Greengrass se desmarca de su anterior proyecto. En Green Zone la descripción de lo que sucede es más importante que el propio personaje. Hay aspectos que unen sendos filmes, cómo el ritmo narrativo o la banda sonora de John Powell (que también repite en este proyecto), pero a grandes rasgos, Green Zone es una cinta con el estilo de Greengrass cómo bandera, nada más. Tanto el realizador como Damon ha sabido alejarse de anterior filme.
Tras un comienzo espectacular, con una narración fluida que involucra al espectador, la película se va perdiendo lentamente. Aunque hace que aguante la tensión, la aparición de nuevos personajes y algunas decisiones de Miller resultan confusas, alejando el interés paralelamente al descubrimiento de la verdad. El elenco actoral cumple en unos personajes desdibujados. Salvo Miller, el resto de personajes tienen muy poco peso en la trama. Greg Kinnear y Jason Isaacs, los antagonistas del alférez, gozan de poco tiempo en pantalla, cumplen como los consecuentes villanos. Una pena que Greengrass no aproveche a Isaacs, en un papel donde se encuentra muy cómodo (El Patriota). Brendan Gleeson y Amy Ryan tienen personajes testimoniales, sólo Khalid Abdalla (Freddy) tiene cierta relevancia dramática como traductor y enlace de Miller. Green Zone es una más que correcta cinta de acción bélica, pero que quizás con mayor profundidad, hubiera llegado a cotas más altas. La dirección de Greengrass y el manejo de un tema bastante trillado y escabroso resuelto de manera elegante, son lo mejor de un filme que ofrece las luces y sombras del estilo del director irlandés. Pese a sus defectos es un entretenimiento de calidad, de lo mejor de la temporada.
Lo Mejor: Matt Damon y la dirección de Greengrass.
Lo Peor: Escenas de acción tan embarulladas como su guión.
Puntuación: 6/10
"Entretenido thriller que gana en la pausa como pierde cuando sube la tensión, un film menor de uno de los grandes del momento, Paul Greengrass."
La dupla Matt Damon-Paul Greengrass, es la responsable que Jason Bourne, sea uno de los personajes más reconocidos del mundo del celuloide. Crearon una trilogía (junto a Doug Liman) llena de cine acción de gran calidad, que basaba sus éxitos en una excelente dirección y montaje. Con la última entrega, El Ultimatum de Bourne (The Bourne Ultimatum, 2008), instauraron las bases de un género mejor aceptado tanto por el público cómo por la crítica. Esta tercera película, obtuvo tres Óscars, y una gran recaudación mundial. Una cinta trepidante, sobresaliente que dejó a nuestros dos protagonistas en lo más alto del séptimo arte. Con el proyecto de una cuarta entrega, al margen de las novelas de Robert Ludlum, en suspenso. Greengrass vuelve a reclutar a Damon, para esclarecer el misterio de las armas de destrucción masiva que hicieron al bando aliado invadir Irak con Green Zone.
Basada en una novela de Rajiv Chandrasekaran, nos narra como Roy Miller, alférez de la división de infantería norteamericana, encargado de hallar rastros de armamento nuclear, va encontrando pruebas de la ausencia de dicho armamento. Sus investigaciones le llevarán a altos cargos del gobierno americano. Green Zone es un thriller de acción rodado con un ritmo trepidante, y cuyos tramos de investigación más pausados despiertan más interés que las escenas de acción. En cierta medida, el tema de la investigación militar, reúne ciertos paralelismos con la cinta de Ridley Scott, Red de Mentiras (Body of Lies, 2007). Ambos son productos de calidad con una similar ambientación cuyas partes de exploración y búsqueda resultaban más sugerentes. En Green Zone las escenas de acción no aportan demasiado, llegando a resultar caóticas para el espectador.
Después de ver los primeros avances y trailers la pregunta inicial antes de ver Green Zone es: cuánto tiene de Jason Bourne el film. En ciertos momentos, podemos ver a Roy Miller cómo amnésico agente americano, pero la cinta de Greengrass se desmarca de su anterior proyecto. En Green Zone la descripción de lo que sucede es más importante que el propio personaje. Hay aspectos que unen sendos filmes, cómo el ritmo narrativo o la banda sonora de John Powell (que también repite en este proyecto), pero a grandes rasgos, Green Zone es una cinta con el estilo de Greengrass cómo bandera, nada más. Tanto el realizador como Damon ha sabido alejarse de anterior filme.
Tras un comienzo espectacular, con una narración fluida que involucra al espectador, la película se va perdiendo lentamente. Aunque hace que aguante la tensión, la aparición de nuevos personajes y algunas decisiones de Miller resultan confusas, alejando el interés paralelamente al descubrimiento de la verdad. El elenco actoral cumple en unos personajes desdibujados. Salvo Miller, el resto de personajes tienen muy poco peso en la trama. Greg Kinnear y Jason Isaacs, los antagonistas del alférez, gozan de poco tiempo en pantalla, cumplen como los consecuentes villanos. Una pena que Greengrass no aproveche a Isaacs, en un papel donde se encuentra muy cómodo (El Patriota). Brendan Gleeson y Amy Ryan tienen personajes testimoniales, sólo Khalid Abdalla (Freddy) tiene cierta relevancia dramática como traductor y enlace de Miller. Green Zone es una más que correcta cinta de acción bélica, pero que quizás con mayor profundidad, hubiera llegado a cotas más altas. La dirección de Greengrass y el manejo de un tema bastante trillado y escabroso resuelto de manera elegante, son lo mejor de un filme que ofrece las luces y sombras del estilo del director irlandés. Pese a sus defectos es un entretenimiento de calidad, de lo mejor de la temporada.
Lo Mejor: Matt Damon y la dirección de Greengrass.
Lo Peor: Escenas de acción tan embarulladas como su guión.
Puntuación: 6/10