En Robin Hood, el Príncipe de los Ladrones, el director Kevin Reynolds, reunió a un gran reparto, con el actor más taquillero del momento, Kevin Costner, acompañado por un gran Morgan Freeman, Alan Rickman, Christian Slater y Mary Elizabeth Mastrontonio. Además tuvo un gran presupuesto y producción en sus manos, de la que obtuvo un decente resultado final. Acompañado con la buena música de Michael Kamen, el guión quizás era lo más flojo, aunque es difícil sorprender, en una historia que ya conoce de sobra todo el mundo.
La narración comienza, con la fuga de Robin de Locksley de Tierra Santa, con la ayuda de un valiente y noble Musulmán, Azeem, y en su vuelta a su tierra, ve como su tierra en ausencia del rey Ricardo Corazón de León, está en el poder del tirano sheriff de Nottimgham, que tiene a toda la población sin recursos, y mal viviendo. El Sheriff tiene la ayuda de un cruel teniente y de una bruja que aporta el toque fantástico a la trama. Desterrado de Nottimgham, Robin se refugia en el bosque de Sherwood, donde hallará el apoyo de otros proscritos, en su lucha contra el malvado Sheriff de Nottimgham, además tendrá que luchar por el amor de Lady Marian, antigua conquista de juventud. Todo con grandes dosis de acción, romanticismo, humor y aventura.
Es la típica historia de Robin Hood, con los añadidos de Azeem y la bruja de Nottimgham, que le restan credibilidad, pero aumentan el interés si es que nos ceñimos a una película de aventuras y no a un documento histórico. La ambientación es realmente buena, nos traslada al Nottimgham medieval, con un buen diseño de producción, vestuarios, acorde al presupuesto que tenía el film. El punto fuerte del film, son las interpretaciones de Kevin Costner y Morgan Freeman, con gran química entre ellos, en una historia de amistad y honor. El villano está al mismo nivel que los protagonistas, y Alan Rickman demuestra que este tipo de historias y de papeles le vienen como anillo al dedo. Una virtud es la música, el desaparecido Michael Kamen, deja una partitura excelente que transmite toda la acción en los bosques de Sherwood, y posee un buen tema central, además hay que destacar el tema de Bryan Adams "Everything I do", un clásico de los 90 y de las baladas románticas.
Quizás, se pudo sacar un mayor partido del presupuesto y de la historia, demasiado simple, pero enormemente entretenida, en ningún momento baja el ritmo, lo que ayuda a no pensar en determinadas acciones de los protagonistas, en ocasiones imcomprensibles. Hay que destacar el final, con un cameo excelente, que cierra el film de manera brillante, muy al estilo de las superproducciones del Hollywood de los 50.
Robin Hood, es una bonita y simpática película, que alegró y alegrará muchas tardes a muchas personas, apta para todos los públicos, donde no sólo querremos ser Robin, sino también Azeem el Grande (¿El nombre se lo puso él?). Grandes Morgan Freeman y Kevin Costner.
Mi Puntuación: 8 Leer critica de Robin Hood en Muchocine.net